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En 1912 Campo de Criptana era un pueblo en la plenitud de su esplendor económico. No es por ello raro que se convirtiera en objetivo privilegiado de algunos periódicos de la época, que le dedicaron reportajes de gran extensión. Sobre uno de ellos me ocupé en la serie de posts publicados entre los días 2 y 7 de marzo bajo el título general de Campo de Criptana en 1912. En este caso, el reportaje sobre Campo de Criptana se publicó en el periódico El Liberal (núm. 11.937), del 11 de julio de 1912, y hablaba de su ayuntamiento, de sus instituciones, de su sociedad, de su economía y, especialmente, hacía mucho hincapié en aquellos proyectos que mostraban cómo la modernidad había llegado y se había instalado en él, para no irse en mucho tiempo. Fueron años de gran cambio en las infraestructuras y servicios de Campo de Criptana, al amparo de la excelente situación económica que se vivía gracias a la producción vitivinícola y de derivados. Porque, por aquellos años, Criptana era una gran potencia bodeguera.
Tres días después de la publicación del reportaje de El Liberal, aparecía otro, mucho más amplio y detallado, también sobre Campo de Criptana, en una página casi completa, en el Heraldo de Madrid, año XXIII, núm. 7.896, del domingo 14 de julio de 1912. Industria y comercio son los temas centrales de esta amplia crónica que comienza con una descripción general del pueblo, de su Ayuntamiento, de su vida oficial, de su vida social y de su vida religiosa. Sobre su alcalde por aquel entonces, Celestino Martínez Santos Palmero, hace un panegírico muy del gusto de la época, ensalzando su capacidad de esfuerzo y sus capacidades como persona favorecedora del progreso. Después el artículo va haciendo un detallado recorrido por los diversos negocios criptanenses, como la bodega de vino y fábrica de alcoholes de Francisco Laurens, el comercio de tejidos de los hermanos Camacho, la fábrica de alcoholes de Manuel Díaz, la casa de tejidos, pañerías y sederías de Faustino López, las bodegas de Rubín, la bodega de Millán y Escobar, la fábrica de harinas «La Angelita», la fábrica de quesos «El Molino», la bodega de José Simó y Compañía, el almacén de tejidos y novedades de Domingo Esteso, el comercio de tejidos de Venancio Bernalte, «El Fijo», y el almacén de coloniales, paquetería, quincallas, ferretería, aceites, vinos finos, perfumería, etc. de los hermanos Molina. Además, habla del Círculo de la Concordia (véase post del día 21 de junio) y el Casino Primitivo, como instituciones sociales de gran importancia en el pueblo.
Iré, poco a poco, y en sucesivos posts, desgranando cada uno de los negocios e industrias descritos en este reportaje. Hoy comenzaré con la bodega de vino y fábrica de alcoholes del francés Francisco Laurens. Y esto se nos dice sobre él:
Si existen, realmente, hombres de quienes pueda decirse que consagraron toda su vida al trabajo, mi biografiado es uno de ellos.
Ocioso sería ocuparnos aquí de los primeros años del Sr. Laurens; sus antecedentes hasta que se presentó de lleno en la vida mercantil, por cierto en edad todavía adolescente, son los de aquellas personalidades de su índole que realizan una labor incesante, infatigable, para crearse una aureola de prestigiosa honradez y una posición.
Apenas si contaba dieciocho años cuando vino á España para regentar la sucursal que montaba en Valencia la entonces importantísima Casa E. Molinier & Cª, de Meze, ya disuelta.
Establecido por su cuenta pocos años después, sus esfuerzos, apoyados por una inteligencia nada común, se han visto coronados por el éxito más lisonjero, pues en la actualidad cuenta con pingüe fortuna y es, sin género de duda, la Casa de mayor importancia en el comercio exportador de vinos finos, en Valencia, y una de las más importantes de Campo de Criptana, donde tiene no pocas posesiones, aparte de una de las bodegas mejor montadas, al frente de la cual secunda sus iniciativas su inteligente apoderado D. Eduardo Cueto.
Caballeroso, afable, de un espíritu mercantil á toda prueba, es de las personalidades que por sus propios merecimientos son acreedores del mayor respeto y consideración.
Francisco Laurens era bien conocido en la prensa de la época. La Época, año LII, núm. 17.943, del miércoles 23 de mayo de 1900, lo cita, como miembro de la comisión que se formó en Valencia para recibir en Sagunto a Camille Flammarion (1842-1925), célebre astrónomo francés, aficionado al espiritismo y a la hipnosis, que fue condecorado en 1912 con la Legión de Honor francesa. Llegaría en unos días a Valencia para presenciar el eclipse de sol que ocurrió el 28 de mayo de 1900. Era Laurens por aquel entonces Presidente de la Cámara de Comercio Francesa en Valencia, y, como persona conocida en la ciudad, figura en el listado de encargados para inscripciones en varias excursiones españolas a la Exposición de París, organizadas por A. Vinyes, Director de la Exportación Valenciana (Diario del Comercio, año VI, núm. 1688, del 25 de agosto 1900 y días sucesivos). Cuatro años después, en 1904, Laurens aparece como firmante en el «Proyecto de Alcoholes», que por aquel entonces se discutía en el Congreso de los Diputados, bajo la presidencia de José Canalejas. Publica la información el periódico El Globo, año XXX, núm. 10.425, del viernes 25 de marzo de 1904. Firmaba Laurens, por orden, en este manifiesto, en calidad de representante del Sindicato de Exportadores de Vinos de Valencia. Por cierto, entre los firmantes de este mismo documento figuran algunos viticultores y vinicultores criptanenses, como Delfín Díaz Hellín, Alfredo Ruescas y José Leal López. El mismo manifiesto se publica, unos días después, en el periódico católico El Siglo Futuro, año XXX, núm. 8.781, del sábado 26 de marzo de 1904.
Algunos años después, aparece su nombre en la revista de Industria e Invenciones, núm. 18, del 9 de mayo de 1908, pág. 184, como solicitante en el Registro de Marcas:
14.709. Francisco Laurens Javier. Una marca para vermouth.
Laurens fue fundador del Banco Comercial Español, que comenzó sus operaciones el 1 de enero de 1907. Un año después, se hace un balance positivo de los resultados financieros del banco en la Revista Ilustrada de Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros, del 10 de agosto de 1908 (pág. 355).
Dejo otros detalles biográficos para posts futuros.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO
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