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Con el post de hoy nos situamos en una época más próxima a la nuestra, en el año 1949, y fijamos nuestra atención en una institución fundamental en la historia de la vida cultural de Campo de Criptana, aunque poco valorada hoy: la Biblioteca Pública Municipal, que lleva por nombre «Alonso Quijano», como no podía ser de otra manera en la tierra que se arroga el privilegio de ser solar de los molinos, aquellos gigantes, los mismos, contra los que habría luchado Don Quijote en la novela cervantina. El de los molinos de Criptana es uno de esos mitos que acaban haciéndose realidad.

Y cuando hablamos de la biblioteca de Campo de Criptana no podemos dejar de citar a una de las personas que más ha encarnado el amor a los libros en este pueblo, don José Antonio Sánchez Manjavacas, su director durante muchos años. Lamentablemente, la biblioteca criptanense, que debería ser santuario de lectura, ha corrido en los últimos años la misma suerte que la mayoría de las bibliotecas municipales de nuestro tiempo: no se va a ellas a leer libros; se va a navegar por internet con un wifi gratuito prescindible para los buenos lectores. Los libros, por desgracia, han quedado en un segundo plano.

Biblioteca Nacional de España: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2012)

Biblioteca Nacional de España: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2012)

Olvidemos, pues, el presente gris y volvamos a los años dorados de la Biblioteca Pública Municipal de Campo de Criptana. Y el año 1949, ya con Sánchez Manjavacas como director, fue uno de esos años dorados. Continuamente la biblioteca organizaba actos de animación a la lectura y de un alto nivel cultural, que hoy sería impensable ver en nuestros pueblos. Y, por supuesto, se hacía sin tantos medios económicos como hoy.  Para que exista cultura debe haber primero, y como requisito previo, impulso, imaginación, creación y altura de miras, y esto no se compra con cheques ni con subvenciones. O se tiene o no se tiene. Y he vuelto a perderme por los «Cerros de Úbeda», quizá porque hablar de bibliotecas me pierde. ¿Qué voy a decir, si he pasado la mayor parte de mi vida en ellas y entre libros, y sin unos ni otros no concibo la civilización? ¿Qué voy a decir, si no puedo pensar en nada más triste que en una vida sin libros?

Uno de los actos que organizó Don José Antonio Sánchez Manjavacas fue una impresionante fiesta para conmemorar la Fiesta del Libro. De ella se publicó una completa noticia en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, vol. 55, del 1 de enero de 1949 (pág. 148), que dice así:

Una fiesta en la Biblioteca Municipal de Campo de Criptana

Siguiendo su inveterada costumbre, y para celebrar este año la Fiesta del Libro, el diligente director de la Biblioteca Pública Municipal de Campo de Criptana (Ciudad Real), Sr. Sánchez Manjavacas, ha organizado un Concurso de Canciones de Mayo, para premiar las letras y músicas concurrentes más adecuadas a la índole del acto.

El sábado 7 de mayo tendrá lugar la actuación de la orquestas inscritas ante el jurado calificador, celebrándose el acto en la plaza pública de la ciudad criptanense, donde está instalada la biblioteca, en uno de cuyos balcones se situará aquél.

Tañedora de guitarra (Vermeer de Delft, Londres: Konwood House)

Tañedora de guitarra (Vermeer de Delft, Londres: Konwood House)

Las orquestas y cantantes interpretarán «Los Mayos», cantando canciones tradicionales, extraídas del copioso y bellísimo folklore manchego, y las nuevas, aquellas agrupaciones que tengan presentada nueva letra para la competición. Una vez terminada la actuación de todas las orquestas inscritas, el jurado pronunciará el fallo, que se hará público seguidamente. La entrega de los premios tendrá lugar en una fiesta de carácter cervantino que se celebrará en el Teatro Municipal el día 15 de mayo.

Una nota que concluye la noticia dice que los ganadores de este concurso fueron el «poeta manchego don José González Lara», conocido ya en este blog, y «… José María Beamud, esta última alusiva a la labor que realiza la Biblioteca Alonso Quijano, creada por la Junta de Adquisición y Distribución de Publicaciones en 1941». En futuros posts trataré con más detalle de los ganadores del concurso y de sus composiciones poéticas. Sobre bibliotecas en Campo de Criptana hay otras noticias. Por ejemplo, la Revista Católica de cuestiones sociales, año XXXVI, núm. 426, de junio de 1930, da cuenta de una campaña de creación de bibliotecas en diversas localidades de España (pág. 387):

Nuestras fundaciones de Bibliotecas

Con el fin de que nuestros consorcios vayan conociendo la magnitud de la empresa que acomete el PATRONATO SOCIAL DE BUENAS LECTURAS al crear en millares de poblaciones de España bien nutridas Bibliotecas que lleven al pueblo moralizadoras ideas, sanas doctrinas, continuamos en este número de la «Revista» dando cuenta detallada de los generosos auxilios económicos que recibimos de manos de nuestros amigos, a la vez que citamos los pueblos y lugares donde se van instalando las Bibliotecas.

Entre las localidades receptoras de bibliotecas, figura en la pág. 391 Campo de Criptana. Se había enviado una Biblioteca Popular al Alcalde de Campo de Criptana para su instalación en una escuela de loa localidad. No da más detalles. El donante fue D. Ramón de la Vega y Arango, residente en la misma localidad. Hubo también biblioteca, al parecer muy rica y completa, en el antiguo Casino de la Concordia, pero sobre ella no tengo más noticias, como dije en el post del 20 de junio que dediqué a esta institución.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO