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Ayer dejábamos la historia de Francisco de Paula Leal en el año 1886, momento en que se encargaba de una vocalía en la Organización Republicana de Campo de Criptana y una de sus tierras de labor era invadida por la langosta. Esto último ocurría en septiembre (Historias del Cementerio de Campo de Criptana (II): Francisco de Paula Leal, republicano, 1871-1886).

Pieter Brueghel el Viejo: El triunfo de la muerte (vista parcial). Ca. 1562. Museo del Prado

Pieter Brueghel el Viejo: «El triunfo de la muerte» (vista parcial). Ca. 1562. Museo del Prado

Leal viviría unos pocos meses más, hasta finales de febrero de 1887, cuando a las siete de la mañana encontró la muerte en su casa de la «Calle Empedrada», nombre con el que en aquella época se conocía al trecho de la actual calle de la Virgen que va desde el cruce con la calle del Castillo hasta su final entonces, poco antes del Calvario. Como era de rigor en estos casos, se hizo acta de defunción: fue el día 27 de febrero a las 10 de la mañana ante el juez municipal Justo Alonso y Alonso y el secretario suplente José Antonio Sánchez. El acta se conserva en el tomo 23 (folio 125) del Juzgado de Campo de Criptana. Veamos ahora su contenido.

Compareció un «sobrino carnal del finado» llamado Juan Manuel Leal, que, según el acta, tenía «cédula personal número 487 librada por esta Alcaldía» y era natural de Campo de Criptana, casado, y de ocupación «labrador propietario», con residencia en la «Calle de Corrales» (actual «Calle de la Paloma»), número 11. Manifestó Juan Manuel Leal que su tío, Francisco de Paula Leal y Sánchez Flor, natural y domiciliado en Criptana, en la Calle Empedrada, propietario, había fallecido ese miso día a las siete de la mañana a consecuencia de una «apoplegía fulminante».

Era viudo de Clarisa López Rufián y Sánchez Nieto, sobre la cual se dice que era:

… natural de esta villa, de cuyo matrimonio tiene cuatro hijos llamados Manuela, Dionisio, Eugenia y José, naturales de este pueblo, mayores de edad y casados los tres primeros, el José soltero; la Eugenia domiciliada en Madrid y los otros tres en la referida población.

Según el acta, Francisco de Paula Leal era hijo legítimo de Dionisio Leal, natural de Criptana, ya difunto, y de María Teresa Sánchez Flor, natural de El Toboso, provincia de Toledo, también ya difunta. No había hecho testamento.

Se dio sepultura a su cadáver en el cementerio de la Concepción de Campo de Criptana.

Finaliza el acta con la enumeración de los testigos, que fueron:

D. Carlos Longoria, farmacéutico, Ramón Bustamante, zapatero, casados, mayores de edad, naturales y vecinos de esta población».

Firman el acta el juez, el compareciente, los testigos y el secretario suplente.

Arnold Böcklin: La isla de los muertos 1880. Basilea

Arnold Böcklin: «La isla de los muertos» (1880). Basilea

Será interesante señalar ahora algunas diferentes entre los datos que aporta el acta y los que encontramos en el epitafio del matrimonio, en el Cementerio de Campo de Criptana (véase: Historias del Cementerio de Campo de Criptana: Francisco de Paula Leal, republicano, 1869). En primer lugar veamos las diferencias referidas a Francisco de Paula Leal. En el acta encontramos el nombre completo: Francisco de Paula Leal Sánchez Flor; el epitafio omite «Flor». En el epitafio se dice que había fallecido el día 28 de febrero, a los 58 años de edad, y el año, como ya dijimos, es ilegible. Según el acta, la fecha de la muerte había ocurrido el 27 de febrero del año 1887. Tampoco hay acuerdo en la edad a la que se produjo el fallecimiento. Según el epitafio fue a los 58 años; según el acta, fue a los 60. Respecto a su esposa, el epitafio da el nombre de Clarisa López y Sánchez Nieto; el acta nos da el nombre completo: Clarisa López Rufián y Sánchez Nieto.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO

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