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Hoy nos situamos con este artículo en el mes de marzo de 1934, para ser más exactos, en el día 9, cuando el invierno ya vislumbraba su fin, y la primavera esperaba a la vuelta de la esquina… y la situación política iba cada día de mal en peor. Ocurrió el día 9 de marzo el hecho del que nos informa el periódico El Siglo Futuro, año LIX, núm. 17.944, del sábado 10 de marzo de 1934. Pero, digámoslo claramente, llamarlo «hecho» es quizá ser en exceso grandilocuente, y podría dar la impresión de que fue un hecho crucial. En realidad, no era para tanto; otra cosa es la importancia que el periódico le quisiera dar, y se la dio, y ya veremos por qué. Veamos cuál es la noticia, aunque posiblemente no llegue ni a eso, quedándose más bien en nota informativa, humilde y cotidiana, publicada con el título de Centro Radical Socialista desahuciado por falta de pago. Dice así:

ALCÁZAR DE SAN JUAN, 9. – En Campo de Criptana, ayer por la tarde, el Juzgado desahució al Círculo radical socialista por falta de pago. Ante los grandes desperfectos que se apreciaron en el mobiliario y en el local, hubo de levantarse acta para entablar la correspondiente acción judicial.

El Siglo Futuro era un diario católico y monárquico, cuyo lema era «Dios, Patria, Rey». Fue fundado por Cándido Nocedal. Su primer número se publicó el 19 de marzo de 1875. Dada su ideología católica, debió de ser una gran satisfacción para el periódico publicar una noticia como ésta, en la que se dejaba en evidencia a un partido anticlerical. Y no es por ello extraño que se otorgara al acontecimiento, porque esto fue para el periódico, sin duda, un acontecimiento, una importancia que realmente no tuvo. El partido al que pertenecía aquel círculo se denominaba, tal y como se dice en el texto, Partido Radical Socialista o, para ser más exactos, Partido Republicano Radical Socialista. El partido, de ámbito nacional, tuvo una vida efímera: se fundó en el año 1929, como resultado de la escisión del Partido Republicano Radical (fundado por Alejandro Lerroux en 1908), y se disolvió en el año 1934, después de haber sufrido dos importantes escisiones en su seno en los años 1932 y 1933. Entonces, en 1934, se integró en la Unión Republicana. Su mayor éxito tuvo lugar en las elecciones de 1931, cuando consiguió 54 escaños como parte de una coalición de izquierdas (Republicano-Socialista»). Eso le aseguró la participación en gobiernos del periodo 1931-1933, pero en las elecciones de 1933 tuvo un resultado desastroso: no obtuvo ni un solo diputado (véase enlace al final del artículo para más información).

Es protagonista de este artículo la palabra «desahucio», hoy tan de actualidad, y quizá conviene que le dediquemos unas líneas, tanto a ella como a su verbo, «desahuciar». El DRAE recoge tres acepciones referidas a éste:

1. Quitar a alguien toda esperanza de conseguir lo que desea.

2. Dicho de un médico: Admitir que un enfermo no tiene posibilidad de curación.

3. Dicho de un dueño o de un arrendador: Despedir al inquilino o arrendatario mediante una acción legal.

Por supuesto, en este caso se aplica la tercera acepción. El verbo ya se encuentra recogido en la edición del Diccionario de la Lengua Castellana de 1732 (pág. 97, 1), con tres acepciones. La primera coincide más o menos con la que recoge el DRAE actual:

DESAHUCIAR. Quitar toda esperanza de conseguir ò lograr lo que se desea ò pretende. Es formado de la preposicion Des, y el nombre Fucia, ò Fiucia, que vale Confianza, por cuya razón se decia en lo antiguo Desafuciar.

La segunda, que tiene que ver con la desesperanza del enfermo, también coincide con lo que dice el DRAE:

DESAHUCIAR. Quitar toda esperanza de vida, determinar no hallar la medicina esperanza de salud en el enfermo.

La tercera, en cambio, no corresponde con la última del DRAE actual, pues en la edición de 1732 se aplica al ganado:

DESAHUCIAR: Se usa también por despedir el ganádo de la dehesa donde pastaba, por haverse cumplido el término del arrendamiento, ù por otra razón.

Además, hay sentidos figurados del término «desahuciar» aplicados al amor en toda su desesperanza, como nos muestra Quevedo (ejemplo recogido en el Diccionario de la Lengua Castellana, 1732, ibid.):

Ojos, en vosotros veo

un poder, que donde alcanza

desahúcia la esperanza,

y resucita el deseo.

Por aquel entonces, era el alcalde accidental, como fueron casi todos los alcaldes en aquellos años en Campo de Criptana, Manuel Vela.

Enlace:

Artículo: Partido Republicano Radical Socialista. Wikipedia.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO