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Interrumpimos hoy, por algún tiempo, la serie de artículos dedicada al «monopoli» criptanense. Ya tenemos varias calles, ya va tomando forma el imaginario tablero, ya vamos situando a cada uno en su lugar y nos va saliendo un plano más o menos detallado del Campo de Criptana del año 1900. Nos iremos, para comenzar la historia de hoy, al cementerio de Campo de Criptana, aquel antiguo Cementerio de la Concepción, hoy cementerio municipal, que nada habría de malo en que recuperara su viejo nombre que tantas evocaciones históricas tenía, especialmente sobre su origen.
Hay una pequeña sepultura en este cementerio, en una ubicación discreta, casi escondida. Es una sepultura normal, ni lujosa ni dejada, pero sí armoniosa, con la nobleza que da esa piedra antigua recubierta de musgo, un musgo que casi impide leer el epitafio. Tiene su cruz, como se precia en toda sepultura cristiana, y tiene una dedicatoria y tiene, aunque de difícil lectura un epitafio. Dice así:
CARMELO MANZANEQUE
DEL COMERCIO
† EL 31 OCTUBRE 1922
DE 68 AÑOS
SU ESPOSA
FRANCISCA RODRÍGUEZ
† EL 31 OCTUBRE 1922
DE 67 AÑOS
En la cruz que corona la sepultura en su extremo, hay una breve leyenda: «Tus hijos no te olvidan». Es, en efecto, la sepultura de Carmelo Manzaneque Blanco y de su esposa. Es curioso que un mismo día viera el final la vida del matrimonio, un 31 de octubre del año 1922, la de él, con 68 años, y la de ella, con 67. Pocas veces se pone en el epitafio el oficio. Aquí sí. Ese «Del comercio» nos da noticia del gremio al que pertenecía, al parecer orgullosamente, Carmelo Manzaneque Blanco.
Son muchas las noticias que tenemos de él. En el año 1900 era uno de los criptanenses que pagaba contribución industrial. Era por una tienda de abacería sita en la calle de la Virgen (Boletín oficial de la Provincia de Ciudad Real, del viernes 9 de marzo de 1900) (véase: El «monopoli» criptanense, Campo de Criptana, 1900, III: La calle Virgen de Criptana). En 1904 Carmelo Manzaneque escribió al Director de los Ferrocarriles de la Compañía M. Z. A. de Madrid solicitándole que se construyera una estación más digna de Campo de Criptana que permitiese optimizar el transporte de mercancías. Y el director de la Compañía M. Z. A. le contestó, y de ello se hizo eco el periódico Sancho Panza, año III, núm. 44, del 24 de julio de 1904 (véase: Prensa y libertad de expresión en Campo de Criptana: El periódico «Sancho Panza», 1904).
En el año 1906 Carmelo Manzaneque era uno de los sesenta mayores contribuyentes de Campo de Criptana. Ocupa el número 46, con una contribución de 120 pesetas con 21 céntimos (Boletín…, del 14 de febrero de 1906). En 1908 su nombre figura en el listado de concesión de licencias de uso de armas y licencia de caza que expide el Gobierno Civil de la provincia (Boletín…, del 5 de octubre de 1908). En 1908 salió elegido por sorteo adjunto para el juzgado municipal de Campo de Criptana para el periodo correspondiente a 1909. Era uno de los seis nombrados para Criptana, siendo los otros Vicente Villacañas Mayoral, Santiago Vela Quintanar, José Leal López, Juan Vicente Alarcón Casero y Mariano Quirós Alarcón (Boletín…, del 18 de noviembre de 1908).
En 1909 salió elegido, también por sorteo, como vocal de la Junta Electoral local. El sorteo tuvo lugar en la Sala Capitular del Ayuntamiento el 4 de octubre de 1909 a las once de la mañana, ante José Antonio Manjavacas, a la sazón secretario de la Junta Municipal del Censo Electoral de Campo de Criptana. Presidía esta Junta Justo Alonso Alonso. Los otros tres elegidos en el sorteo fueron Felipe Palmero Fermoso, Jerónimo Millán Bustamante, y el farmacéutico Manuel Monterde Casans, siendo Manzaneque y Palmero los vocales, y Millán y Monterde los suplentes (Boletín…, del 15 de noviembre de 1909) (véase: Los monárquicos liberales de Campo de Criptana, 1871, II: Felipe Palmero Fermoso; sobre Monterde, véase: El «monopoli» criptanense, Campo de Criptana, 1900, II: La Plaza de la Constitución; sobre Millán Bustamante, propietario de una bodega en la calle Reina Cristina, véase: El «monopoli» criptanense, Campo de Criptana, 1900, IV: La Calle Reina Cristina).
En 1917 era Manzaneque uno de los 18 componentes del consistorio criptanense, como regidor síndico (Boletín…, del 13 de marzo de 1917). Meses después, aparece su nombre en el boletín provincial del 8 de octubre de 1917 como uno de los concejales electos en 1913 a los que correspondía ya dejar el cargo. Era concejal por el distrito del Pósito, junto a José de la Guía Moratalla. En el año 1922 era presidente de la mesa electoral correspondiente a la sección 2ª, «Teatro Viejo». Su suplente era Dionisio Leal López, los dos adjuntos eran el médico Florentino Isern Gil de Sola y Timoteo Amores Carramolino, y sus suplentes Vicente Sánchez Chuliá y Jesús Rodríguez Coronado (Boletín… del 3 de febrero de 1922). Unos meses después fallecería Carmelo Manzaneque, junto a su esposa.
Ya hemos dicho antes que Carmelo Manzaneque Blanco tenía una tienda de abacería en la calle de la Virgen. Conocemos algunos de los productos que vendía en su tienda por la publicidad del periódico local Sancho Panza, año XI, núm. 91, del 17 de marzo de 1912. Uno de los anuncios aparecía en la sección de «Noticias», y decía así.
¿Queréis comprar, jamones extremeños y del país superiores, sumamente baratos?
Pues los encontrareis en casa de Carmelo Manzaneque.
3 ptas. kilo por piezas enteras de todos tamaños, y 3’50 ptas. kilo al detalle.
Longaniza extremeña superior a 3’50 ptas. kilo.
Estos precios son sin compromiso por las oscilaciones del mercado.
Y luego, en la sección de publicidad encontramos otro anuncio más llamativo, que dice así:
Ultramarinos y salchichería
DEPÓSITO DE GARBANZOS DE CASTILLA
Jamones del país y otras procedencias. Salchichón de las mejores marcas acreditadas.
Conservas del país y extranjero
CARMELO MANZANEQUE
Todos los géneros se sirven a domicilio.
Así pues, estos eran algunos de los productos que se vendían en una abacería (véase: Abaceros y tablajeros, Campo de Criptana, 1900). Era su negocio también de ultramarinos y de salchichería. Respecto a «ultramarinos», término hermoso y evocador pero hoy en desuso, al igual que «abacería», nos dice el DRAE lo siguiente: «Se dice de los géneros o comestibles traídos de la otra parte del mar, y más particularmente de América y Asia, y en general de los comestibles que se pueden conservar sin que se alteren fácilmente».
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO
¿Se sabe si la muerte en el mismo día del matrimonio se debió a circunstancias poco habituales o fueron muertes naturales?
No tengo datos al respecto.
Hola, eran los abuelos de mi padre, murieron de muerte natural el mismo día, siempre me lo decía mi padre
Estoy aprendiendo contigo más historia que en la escuela, jajajja. Es que en la escuela no nos enseñan historia local, una pena. Gracias.
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