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Continuamos hoy hablando sobre algunos sucesos que tuvieron lugar en Campo de Criptana, en este caso, en el año 1920, aunque esos hilos inciertos e inescrutables de la historia nos llevarán, de un lado para otro en el tiempo, hasta remontarnos a los últimos años del siglo XIX. En las historias de hoy hay fundamentalmente peleas con arma blanca y mordeduras, procedimiento agresivo al que también se recurrió en la riña a la que hicimos referencia ayer y que parecía muy socorrido en determinadas circunstancias (véase: Crónicas criminales: Campo de Criptana 1917, 1918).
Las dos noticias de las que partimos aparecieron en el periódico provincial El Pueblo Manchego en 1920. La primera se publicó en el número 2.901, correspondiente al 14 de septiembre. Y decía así:
Herido en riña. En Campo de Criptana sostuvieron una reyerta los sujetos llamados Clodomiro Bachea Barro natural de Falko (República de Chile) y Enrique Puertollano natural y vecino de Granada y ambos de oficio ambulantes; el Enrique dió dos pinchazos a su contrincante, cuyas heridas el forense calificó de leves.
Es posible que podamos identificar a este Enrique Puertollano (aunque no es seguro) con la persona del mismo nombre que fue protagonista trágico de una noticia que con el título Un Suicidio se publicaría unos meses después en el periódico La Voz (año II, núm. 439, del 17 de marzo de 1921)
Granada, 16.- Esta mañana se ha suicidado en su domicilio el obrero ebanista Enrique Puertollano, joven de diez y ocho años. Se ignoran las causas que le han inducido a tal determinación.
La segunda noticia se publicó en el número 2.960, correspondiente al 24 de noviembre, y dice lo siguiente:
Heridos en riña. Los vecinos del Campo de Criptana Francisco Soriano Fuentes y Alejandro Sánchez Alarcos sostuvieron una reyerta por asuntos que se desconocen. De las palabras se fueron á los hechos, resultando Francisco con heridas en la mano izquierda producidas por mordedura, y Alejandro con una herida en la región parietal izquierda y arañazos en la cara las heridas de ambos fueron calificadas de leve. Los mencionados sujetos, fueron puestos á disposición del Sr. Juez.
Unos años antes, en 1911, encontramos a un pariente de Francisco, seguramente su hermano, llamado Lorenzo Soriano Fuentes. Estaba buscado por la justicia. Lo sabemos por una requisitoria que se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, del 3 de febrero de 1911. En caso de no aparecer, se arriesgaba Lorenzo Soriano a ser declarado rebelde e incurrir en responsabilidades legales; se apercibía por ello a autoridades y agentes de policía judicial que procediesen a su busca y captura y conducción, para ponerlo a disposición del juez o del tribunal correspondiente. Sería juzgado con arreglo a los artículos 512 y 838 de la ley de Enjuiciamiento criminal, el 664 del Código de Justicia militar y el 367 de la Ley de Enjuiciamiento Militar de la Marina. ¿Cuál fue el delito que cometió Lorenzo? Nos lo cuenta a continuación la requisitoria:
Lorenzo Soriano Fuentes, hijo de Francisco y de Juliana, natural de Campo de Criptana, provincia de Ciudad Real, de estado soltero, profesión jornalero, de 24 años de edad, cuyas señas son estas, pelo negro, cejas al pelo, ojos negros, nariz larga, barba regular, boca regular, color sano, frente regular, aire marcial, avecindado en su pueblo, procesado por la desaparición de un fusil perteneciente á un soldado del Regimiento de Infantería Wad-Ras, núm. 50, comparecerá en término de treinta días ante el Juez Instructor D. Leonardo Ropero García, segundo Teniente del Batallón de Cazadores Cataluña, núm. 1, que se halla de guarnición en Melilla.
La misma requisitoria se publicó, abreviada, en el periódico provincial El Pueblo Manchego, (año I, núm. 24, del 30 de enero de 1911). No debió de darse mucha prisa en comparecer porque en esos momentos ya llevaba varios meses sin dar señales de vida. De hecho, a finales de 1910 ya se había publicado otra requisitoria (Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, del 2 de diciembre de 1910), con contenido similar en el encabezamiento pero sensiblemente diferente en la descripción del sujeto y del delito cometido, que es otro mucho más grave que el simple robo de un arma:
Lorenzo Soriano Fuentes, hijo de Francisco y de Juliana, natural de Campo de Criptana (Ciudad-Real), de oficio jornalero, de 23 años, domiciliado en su pueblo, cuyas señas personales son: un metro 785 milímetros, pelo negro…. está procesado por deserción, comparecerá en el término de treinta días ante el Comandante D. Lucio Riaza Sancho, Juez instructor del Regimiento Infantería de Wad-Ras 50, en el cuartel de Leganés.
Volviendo a Francisco Soriano Fuentes, encontramos algunos datos más sobre él. A comienzos del siglo XX el hecho de no emitir el voto en las elecciones municipales se consideraba incumplimiento del deber civil, y para escarnio público, se daban sus nombres en listados por pueblos que se publicaban en el Boletín de la provincia. Precisamente, Francisco Soriano Fuentes fue uno de los muchos criptanenses que tendría que haber votado en las elecciones del 12 de diciembre de 1909, pero no votó, y por ello su nombre aparece en el listado que publica la Junta Provincial del Censo Electoral de Ciudad Real en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real (adición. al núm. 6, del 14 de marzo de 1910). pertenecía al distrito electoral del Ayuntamiento, 2ª sección (Del Peso).
Y siguiendo hacia atrás en el tiempo, volvemos a encontrar el nombre de Francisco Soriano Fuentes en 1899, en este caso en un anuncio de la Caja de Recluta de la zona de reclutamiento de Toledo, nº 12, con la relación nominal de los reclutas pertenecientes al partido de Alcázar de San Juan que debían verificar su concentración en ella el día 29 de ese mes para su destino en la Península. Se organiza el listado por pueblos, y en cada caso se consigna el nombre del recluta, el año de reemplazo y el número de sorteo. Francisco Soriano Fuentes pertenecía al reemplazo de 1898, y tenía en el sorteo el número 8. Esto significa que habría nacido aproximadamente hacia 1880, por lo cual en el momento en que tuvo la riña con Alejandro Sánchez, en 1920, tendría aproximadamente unos cuarenta o cuarenta y pico. Y ya que estamos aquí citemos a los otros soldados criptanenses citados. En el reemplazo de 1896, encontramos a Manuel González García y a Felipe Beamunt (sic, quizá «Beamud») Díaz; en el de 1897 a José Pérez Martín; y en el de 1898, aparte de Soriano Fuentes, a Basilio Martín Manzaneque, a José Olivares Manzaneque, a Santos Rubio Ramos, a Daniel Mínguez Fuentes y a Silvestre Carramolino Manjavacas.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO
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