Etiquetas

, , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

La vida tiene muchas sorpresas. Una de las peores es caer en la cuenta un día, o, como se diría de otra forma, caer del guindo, de que estamos solos frente a las instituciones, el ciudadano frente a las instituciones. Al final, casi todas nos defraudan. Al final, de una manera u otra nos sentimos engañados, por unos y por otros. Al final, uno se da cuenta, a veces demasiado tarde, de que estamos solos frente a la implacable maquinaria de las burocracias, de unos y otros, desde el mayor hasta el más pequeño… impresos, instancias, trámites ¿qué más? tiempo, tiempo y más tiempo para, al final, terminar todos pasando por el estrecho embudo de la arbitrariedad. A lo mejor habría que sustituir muchos de los modelos medievales de señorío y vasallaje que dominan la relación del estado y de las instituciones con los ciudadanos por un sistema más acorde con esta época. A lo mejor necesitamos también una glástnost.

Gustave Moreau: Hércules y la Hidra de Lerna (1876). Chicago, Instituto de Arte de Chicago

Gustave Moreau: Hércules y la Hidra de Lerna (1876). Chicago, Instituto de Arte de Chicago

La administración es para el ciudadano un monstruo insondable, una «Hidra de Lerna» de cien o más cabezas que, siempre vigilante, pide continuamente un nuevo impreso, y otro, y una nueva instancia, y otra, o impone una multa, o cien, o mil, da igual…, como ya dije un día, ese erotismo furtivo de las multas, multas y más multas (véase: Buen gusto y multas… muchas multas, Campo de Criptana, 1938; Cien multas por vitorear a la Virgen de Criptana, 1932; Multas por cantar en Campo de Criptana, 1889; y Más multas por vitorear a la Virgen de Criptana, Campo de Criptana, 1932). MásPrecisamente, de la injusticia de la Justicia se quejaba una breve nota publicada en el periódico El Liberal, del 1 de febrero de 1897 con el título Expedientes de quintas. Dice así:

Nuestro corresponsal de Campo de Criptana nos da cuenta de un nuevo caso de expedientes de quintas resuelto contra lo que expresamente determina la ley.

En Febrero del 96 fueron declarados mozos sorteables Nicolás Simón Aranda y Eugenio de la Guía Casarrubios. Por ser éstos hermanos de otros mozos que sirven en el ejército, fueron exceptuados del servicio.

Resueltos los expedientes por la Comisión provincial, pasaron al ministerio de la Gobernación y éste ha revocado el fallo, declarando que Nicolás Simón Aranda y Eugenio de la Riva (sic), hijos de padre impedido y pobre, sean sorteados nuevamente.

John William Waterhouse: La dama de Shalott (1888). Londres, Tate Gallery

John William Waterhouse: La dama de Shalott (1888). Londres, Tate Gallery

Nos llaman la atención dos datos. El primero, que ya el periódico El Liberal tuviese un corresponsal en 1897 en Campo de Criptana. Me pregunto si será este aquel famoso corresponsal que enviaría en la segunda década del siglo XX tantos y tantos artículos sobre la vida, las costumbres y los personajes de Campo de Criptana al periódico El Pueblo Manchego. Es posible. Del mismo modo también es posible que un mismo corresponsal estuviese encargado de enviar noticias a diversos periódicos y revistas de la época (véanse: Jacinto Cuadra, corresponsal, comisionista y pluriempleado, Campo de Criptana, 1882-1903; y La ilustre visita episcopal, Campo de Criptana, 1911, IV: la retórica del prelado y el panegírico del corresponsal). El segundo es el error en el apellido del quinto Eugenio de la Guía Casarrubios la segunda vez que se le cita: aparece como «Eugenio de la Riva». Por supuesto, el hecho de ser hermanos de otros mozos que ya se encontraban sirviendo en el ejército y tener padres pobres e impedidos les excluía del servicio militar. No pensaron lo mismo en el Ministerio de la Gobernación. ¿Han cambiado tanto los tiempos no? Desengaño, desengaño y desengaño, y no es el nombre de la calle madrileña. Tanto es mi desengaño que creo que mi voto no volverá a estar nunca más en una urna electoral. He visto cosas… que me han llevado al desengaño. Desengaño, desengaño y desengaño, que puede ser nombre de tango.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REILLO