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Mucho hemos hablado durante la última semana sobre la Escuela Municipal de Dibujo y Pintura de Campo de Criptana. Y teníamos que hablar sobre ella, igual que en este blog hemos tenido que hablar sobre la Biblioteca Pública «Alonso Quijano», porque creo que no hay dos lugares que concentren más recuerdos y ensueños míos que éstos. Ambos tienen larga historia, tanto la Biblioteca como la Escuela de Pintura, y a lo mejor algún día alguien se pone a escribirlas con detalle, porque merecería la pena conocerlas. Especialmente la de esta última sería muy interesante, porque surgió de una de esas circunstancias que sólo se dan muy de vez en cuando en el acontecer del tiempo. Fue en 1974, y fue a raíz del hermanamiento cultural de Campo de Criptana con Llansá. Era una de esas cosas extraordinarias que ocurrían en otros tiempos y que, lo que es más importante, tuvieron sus frutos, y muy sustanciosos, en épocas en que quizá no todo era tan fácil para la cultura. A lo mejor no es que no haya épocas buenas y malas para la cultura; creo que todas son malas, igual que para la lírica todo son malos tiempos. Pero de aquello surgió una idea, y la idea se hizo realidad, y aquella realidad perduró en los años, y perduró mucho. De allí surgió la fundación de la Escuela de Dibujo y Pintura de Campo de Criptana, una de las primeras que con carácter.
En la Semana Santa de 1973 tuvieron lugar en Campo de Criptana las I Jornadas de Intercambio Cultural Costa Brava – La Mancha. Estaba encabezada la delegación gerundense, que venía de Llansá, por el pintor José Martínez Lozano y por alumnos de la Escuela de Artes y Oficios de Llansá. Así nos lo cuenta el periódico Lanza del 30 de mayo de 1974 como preliminares a la celebración de las II Jornadas que tuvieron lugar ese año en Llansá. Y, nos continúa diciendo Lanza, que vino a Campo de Criptana José Martínez Lozano acompañado de alumnos de la Escuela de Artes y Oficios de Llansá, y pintaron en Campo de Criptana, y plasmaron:
… en sus lienzos y acuarelas la belleza de nuestro paisaje para ellos un tanto desconocido, junto con ellos vinieron las primeras autoridades llansanenses, que convivieron con los criptanenses durante su estancia en la Mancha, de ahí surgió la posibilidad de la Escuela local de dibujo y pintura, que recientemente ha inaugurado en Campo de Criptana nuestro gobernador civil.
Y veamos ahora qué nos dice sobre la misma historia otro periódico, en este caso gerundense, Los sitios de Gerona, del 23 de mayo de 1974, en un extenso artículo titulado II Jornadas de Intercambio cultural La Mancha – Costa Brava, en Llansá:
La embajada de Llansá fue a Campo de Criptana, donde gozó de magnífica y cordial acogida, tratada con fraterna hermandad, durante unos días espléndidos. El homenaje de los llansanenses a sus anfitriones fue una amplia y estupenda exposición de cuadros y dibujos, realizados por aquellos jóvenes artistas de Llansá y discípulos de Martínez Lozano, de motivos de Campo de Criptana y de La Mancha, sin olvidar temas de la ruta cervantina y los famosos molinos de viento que, durante la primera etapa caballeresca y desfacedora de entuertos, de combates con malandrines, fueron el sueño disparatado del Caballero de la Triste Figura. Exposición que tuvo enorme éxito. Y que estuvo en la base de la decisión de los manchegos de abrir una Escuela de Artes y Oficios en la línea de la de Llansá.
Nos habla el autor de este artículo, sobre la decisión de abrir una «Escuela de Artes y Oficios en la línea de la de Llansá» en Campo de Criptana. Y se fundó, y Lorenzo Ramos Beamud, el autor del artículo de Lanza nos lo confirma y nos habla de la fundación de la Escuela Local de Dibujo y Pintura de Campo de Criptana, que había tenido lugar, en efecto, en 1974 como resultado de esta estrecha relación con Llansá. Fue la Escuela de Dibujo y Pintura de Campo de Criptana una pionera, una de las primeras que con carácter municipal se fundó en España, después de la de Llansá, en un tiempo en que instituciones como ésta eran rara avis en nuestro país, en malos tiempos, como hemos dicho, para la cultura. Sería imposible recordar ahora todo lo que ha dado esta Escuela de Pintura a Campo de Criptana, todo el poso cultural, no sólo artístico y pictórico, que ha ido dejando a lo largo de cuarenta años y del que muchos, entre ellos yo, formamos parte.
Recuerdo que durante todos los años que estuvo la Escuela de Dibujo y Pintura en los locales que ocupaba en la última planta del anterior Ayuntamiento, siempre estuvo presidida su entrada, al final de aquella larga e interminable escalera, por una placa en madera que rememoraba su fundación en ese año, por el gobernador civil de la provincia en aquel momento y jefe del movimiento, Andrés Villalobos Beltrán. Y aún se conserva esta placa conmemorativa, y aún se conserva una extraordinaria vista de la casa del conde que Martínez Lozano pintó al óleo sobre lienzo en Campo de Criptana, en aquella Semana Santa de 1973.
Si en 1973 vino Llansá a Campo de Criptana, en 1974 fue Campo de Criptana a Llansá, como corresponde y es de rigor en estas circunstancias de hermanamientos culturales varios, y fueron allí, también, quienes en un principio estuvieron encargados de gobernar por caminos rectos hasta buen puerto aquella escuela de pintura criptanense recién fundada: Isidro Antequera y Francisco Valbuena. Aquí lo dejamos. Mañana seguiremos hablando sobre el tema… cuarenta años después, que, a lo mejor, como decimos siempre qye hablamos de años y de tiempo, no son nada.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO
Hola José Manuel : Me has hecho recordar… Yo fuí uno de los afortunados que fueron a LLansá como miembro de La Coral Santa Cecilia en ese intercambio cultural Costa Brava la Mancha, pues además de los pintores que citas fué La coral y una rondalla y pasamos allí unos dias inolvidables . Nos hospedaron en el Hotel Gri-Mar ,y una noche dieron una cena de gala con todas las autoridades catalanas y manchegas. Imaginaté yo con 20 años sin haber salido del pueblo practicamente… todo aquello era maravilloso para mí . Fuí el encargado de obsequiar con un ramo de flores a la esposa del comandante naval de esa zona , de ensueño ¡vaya! . Después ya casado fuí a pasar allí unas vacaciones con mi mujer y mis hijos ,estuve recorriendo todos los sitios turisticos (que son muchisimos) y que recoradaba de mi primer viaje. Y busqué y saludé a José Martinez Lozano… se acordaba de todo y de todos, me llevó a su casa, me invitó y me regaló algunas láminas de las acuarelas de paisajes marinos y barcas que él pintaba tan bien y que aún conservo. Perdona por extenderme pero recordar es volver a vivir . Saludos y muchos éxitos en tú exposición.
Muchas gracias, Primitivo, por tus comentarios, tan interesantes siempre. De esto, precisamente va el artículo del día 26 de mayo, y de los días sucesivos. Espero despertar en ti aún mas recuerdos de aquellos tiempos.
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