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Dedicábamos el artículo de ayer a la calle Alcantarilla, nombre viejo que sobrevivió a la reforma del nomenclátor callejero criptanense de 1890. Entró Criptana en el siglo XX y se siguió llamando así esa calle; pasó la Guerra Civil y en los años cuarenta encontramos ya su nuevo nombre: Ángel Briega. No vamos a hablar hoy de nuevo de ella, pero sí que sale a relucir su nombre en lo que diremos a continuación.
Nos situaremos en los primeros años de la postguerra en Campo de Criptana, en el año 1943, y nos dejaremos llevar por un artículo publicado en Lanza (núm. del 4 de septiembre de ese año) titulado Labor de la gestora municipal.
Nos cuenta el artículo que en 1940 se había constituido una comisión gestora del Ayuntamiento criptanense que estaba presidida como alcalde por el médico Feliciano León Rodríguez. Después de hacer referencia a los problemas que tuvo que afrontar esta gestora, como la «penuria de la caja municipal», el hambre, la escasez de comida y un «alarmante brote de tifus», destaca el artículo que se logró sanear la Hacienda Municipal, «labor oscura y de poco lucimiento aparente, pero eficaz y provechosa», en palabras del artículo. Consiguió la gestora desbloquear 48.000 duros que se dedicaron a inversiones varias, algunas de gran impacto urbanístico en Criptana, como se verá a continuación.

Antes del parque municipal: El Paseo de la Estación en 1911 (Plano de Campo de Criptana por Domingo Miras)
Estaban ya hacía tiempo aprobados los proyectos de construcción de un mercado de abastos y de un nuevo matadero. Se retomaba la intención de llevarlos a cabo, a pesar de las dificultades económicas. Pero lo que nos interesa aquí es lo que se dice referente a la creación de un parque municipal en Campo de Criptana por iniciativa del alcalde Feliciano León. Veamos qué nos dice Lanza:
… habiéndose iniciado la construcción de un bonito parque en el Paseo de la Estación, para lo cual ha habido que adquirir los terrenos, esperándose un proyecto completo del jardinero mayor del Ayuntamiento de Madrid, don Cecilio Rodríguez, para hacer una cosa acabada y depurado de gusto.
Hubo, además, otras obras relacionadas con el urbanismo, como la pavimentación con adoquinado de la Travesía de García Morato, y de las calles Huerto Pedrero y de don Ángel Briega. Aquí la tenemos de nuevo, lector, la calle de don Ángel Briega, o vieja calle Alcantarilla, a la que ayer dedicábamos el artículo correspondiente de la serie del «monopoli» criptanense (véase: El «monopoli» criptanense, Campo de Criptana 1900, XXVIII: La calle Alcantarilla). No serían las únicas. Estaban en proyecto nuevas obras públicas:
… para el ensanche de una importante vía, la calle de Cristo de Villajos, se han expropiado dos casas, una de ellas ya derribada y la otra lo será en cuanto pasen los día de Feria.
Hubo, además, una profunda reorganización de los recursos municipales. Se cubrieron plazas vacantes de funcionarios, se reorganizó la Guardia Municipal fusionándola en un solo cuerpo con el de serenos, al frente del cual estaría Francisco Mateo, retirado de la Guardia Civil.
Aquí lo dejamos. La calle Alcantarilla / Ángel Briega nos ha servido de guía desde 1900 a 1943 y, de paso, hemos aludido a la creación de uno de los espacios más importantes y hermosos de Campo de Criptana: su parque municipal. Se lo debemos, recordémoslo, al alcalde de aquel tiempo, Feliciano León. Alberga este parque algunos de los árboles más antiguos, altos y frondosos de Criptana, árboles que han visto el paso de los años, el transcurrir de generaciones, paseos veraniegos, animadas terrazas a la luz de la luna, ferias y festejos. El diseño,la estética y los viejos árboles de ese parque son una de las joyas del patrimonio cultural, histórico y natural de Campo de Criptana. Esperemos que lo siga siendo y que ningún desacierto urbanístico oscurezca su futuro.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO
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