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Pozos: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2012)

Pozos: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2012)

De todos los nombres comunes que dan forma a topónimos hídricos en el término criptanense, el más abundante es, sin duda, «pozo», del que esporádicamente encontramos también algunos derivados, como «Poza» y «Pocete», además de otro al que haremos referencia a continuación. No es extraño que los pozos sean un elemento fundamental en tierras como éstas, de ríos pobres en caudal y que tanto dependen de la estacionalidad y de los designios y caprichos de esas borrascas que, procedentes del suroeste, sion las que nos traen el agua por aquí. Se tiene que oír el tren en Campo de Criptana para que llueva; están asociados, el sonido del tren y la lluvia, tanto que, podría parecer que uno sin la otra no podrían existir. O el cerco de la luna; lloverá, sin duda, cuando, en la quietud de la noche, veas ese cerco entre nebuloso y luminoso alrededor de la luna. Una migraña, también, una gran migraña, una espantosa migraña, anuncia lluvia en cuarenta y ocho horas, y nunca falla.

Pardés hídrico: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

Pardés hídrico: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

Son tierras éstas de aguas subterráneas, de agua de manantial que brota cuando los años vienen buenos de lluvias; son tierras de de agua de «hontanillas», o de fontanillas, agua que nace donde menos te lo esperas. Es, sobre todo tierra de agua que hay que buscar; en estas cosas, un zahorí nunca está de más, porque es agua que hay que encontrar. Es también ésta un agua que hay que extraer, con todo el esfuerzo del mundo, con pozos, con norias… El agua es el auténtico tesoro de La Mancha, el hálito de vida en estas tierras, y su historia en estos lugares todo un poema épico.

Veamos ahora algunos de los topónimos en los que encontramos el término «pozo» o alguno de sus derivados. Todos ellos están en el área del término municipal que va desde el confín sur del casco urbano hasta los límites con Tomelloso, es decir, una banda de tierra larga y estrecha cortada en tres por el río Záncara y por el Córcoles. Mide casi 25 kilómetros de longitud por poco más de cuatro de anchura en su parte más estrecha, a la altura de Alameda de Cervera, justo en el recodo que en que el Canal del Guadiana vira hacia el noroeste. Desde el norte, hasta el sur, éstos son los topónimos con «pozo» en el término criptanense:

Pozo de la Lagunilla

Paisaje de La Mancha: Dibujo a tinta china por José Manuel Cañas Reíllo (1998)

Paisaje de La Mancha: Dibujo a tinta china por José Manuel Cañas Reíllo (1998)

Paraje junto al límite con Alcázar de San Juan, a poco menos de un kilómetro al sur de la línea férrea. Está al norte el paraje de la Caseta del Agua, al este los llamados Alto de Manzanares y Doña Ana, en ambos casos cruzados por la CM-3105, y al sur el paraje de Golpeaderos. Al oeste está la frontera con el término de Alcázar de San Juan, en el que se encuentran los parajes de El Vegazo y el Pozo del Empego. Lo atraviesan oblicuamente, en dirección suroeste noreste los caminos de Manzanares y del Vegazo.

Los Pozuelos

Veíamos en otra ocasión el topónimo «Los Pocetes», diminutivo derivado de Pozo. Aquí encontramos otro dominutivo, «Los Pozuelos», posiblemente uno de los topónimos más extendidos en la geografía española. Un «pozuelo» es, según el DRAE una «vasija empotrada en tierra para recoger líquidos», lo que no excluye que pueda referirse también a un pozo pequeño, ya sea en tamaño o en profundidad. Da nombre a un extenso paraje de límites muy indefinidos, entre la CR-1223 (carretera del Puente de San Benito) y la línea férrea, a la altura de sus kilómetros 159 y 160. Entre ambos puntos, hay una distancia aproximada de dos kilómetros y medio, y del casco urbano criptanense lo separan apenas tres kilómetros. Atraviesa el lugar también la CR-1222 (Criptana – Arenales de San Gregorio), además de varios caminos como el de la Choza, el de la Media Legua, el del Quemado y el del Cocedero. Linda al norte con los parajes de la Cruz de los Caídos, Los Almendrillos, al este con la Casa de Ruescas y la Casa Gascón, y al sur con el Cocedero de Quevedo y el Pozo Villajos, al oeste con el Cocedero Bollicas y el Cerro del Tornajo. Al sur de este paraje se encuentra la pequeña colina de Cuadrillas, el punto más alto de la zona, con 662 metros de altura sobre el nivel del mar.

Pozo Villajos

Paisaje criptanense: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

Paisaje criptanense: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

Se encuentra situado este lugar entre las carreteras CR-1222 y CR 1223, a unos 4 kilómetros aproximadamente al sureste del casco urbano criptanense, al sur del anterior. Es paraje mucho más reducido de extensión. Linda al norte con Los Pozuelos, al este con el Cocedero de Quemado, al sur con el paraje de Pitacas y al oeste con el Cocedero de Bollicas. Radica en este lugar la confluencia de dos caminos importantes en la zona: el de la Media Legua y el del Cocedero.

Aquí lo dejamos por hoy, porque nos quedan aún bastantes topónimos hídricos con el término «pozo» de los que tratar y, muchos otros, que nada tienen que ver con lo hídrico, que de paso iremos enumerando. En el artículo de mañana continuaremos desplazándonos hacia el sur del término municipal de Campo de Criptana, tierras de llanura, cuencas del Záncara y del Córcoles, riberas del Canal del Guadiana… infinita inmensidad de La Mancha. Tengo que reconocerlo: no dejan de sorprenderme y de fascinarme la riqueza y variedad de topónimos rurales del término criptanense y las evocaciones de viejos paisajes, de tierras primigenias e intocadas que en otro tiempo fueron y que me vienen, irremediablemente, a la mente.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO

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