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Animales con alma (Göttingen, Alemania): Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

Animales con alma (Göttingen, Alemania): Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

A lo mejor la burra, al igual que el burro, es especie independiente, que gusta de la libertad y de la aventura por esas tierras de Dios. Puede que sea la burra especie ávida de correr mundo, y de tomar caminos indómitos sin un destino conocido. La verdad es que eso del viajar y del correr mundo sin ninguna otra intención y sin finalidad alguna, sin prisa, sin un destino determinado, adonde la suerte nos lleve, únicamente por el gusto de viajar y de correr mundo, es cosa de lo más placentera. Yo creo que los animales también tienen ansias de libertad, y sueñan con ella, y sueñan que corren por un prado verde y florido bajo el sol tibio de otoño. Los animales también tienen su propio paraíso y sus propios sueños.

En las llanuras: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

En las llanuras: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2014)

De una burra que, creo yo, buscaba la libertad, que ansiaba ver mundo, que quizá estaba harta de tener dueños poco comprensivos con sus anhelos, va el artículo de hoy. Las burra se fue. Digámoslo así: “se fue”. En el punto de vista del ser humano se diría: “se perdió” o «se extravió». A lo mejor no. Creo que se fue porque quiso, y que sabía lo que se hacía. Es lo más seguro. Es más: fue una huida premeditada, bien calculada, bien pensada. En esto casi todas las especies animales chocan, irremediablemente, con la incomprensión del ser humano que, casi siempre, no ve más allá de sus narices y no puede alcanzar a comprender que hay animales con más alma y sentimientos que muchos hombres.

Se iba una burra e, inmediatamente, el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real publicaba un anuncio de búsqueda. Veamos un ejemplo de ello, publicado en el citado Boletín, del 21 de octubre de 1881:

CAMPO DE CRIPTANA

Por Antonio Sanchez Mateos, de este domicilio, se me dá parte que en la noche del 13 del corriente se le ha extraviado del sitio kilómetro núm. 154 de la vía férrea de Alcázar á Valencia, una burra rucia, de cuatro años, preñada, con la punta de la cola cortada.

Lo que se hace público, á fin de que la persona en cuyo poder se halle se sirve dar aviso ó presenatarla (sic) á mi autoridad.

De animales y hombres (Coliseo de Roma): Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2013)

De animales y hombres (Coliseo de Roma): Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2013)

El anuncio está firmado por el alcalde accidental de Campo de Criptana, Miguel Molero, el 19 de octubre de 1881.

También en este caso, la lengua española nos vuelve a deleitar. Se dice en el anuncio de la burra que es “rucia”. Trae el DRAE sobre el adjetivo “rucio”, que procede del latín roscidus, de ros, “rocío” y en la primera acepción:

Dicho de una bestia: De color pardo claro, blanquecino o canoso.

Así era, pues, aquella burra que, un día de octubre de 1881 se fue. Para sus dueños fue un extravío. Yo pienso, sin embargo, que se fue porque quiso, porque buscaba la libertad, porque, quizá, soñaba con retozar a su gusto en las llanuras manchegas, bajo la luz de la luna por la noche, del sol por el día… junto a su Platero. Cuando se tiene el color del rocío… razón de más: el amor lo puede todo.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO