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Albañil, Arquitectura y Construcción, Bernardo Ramírez, campo de criptana, Casualidad, Construcción, El Castellano, El Toboso, Esposos, Francisco Labrador de la Mata, Historia, Laura Calvo de Diebo, Maestro albañil, Noticias, Olvido, Periódico, Robustianos, Saga, Sociedad
Tiene la vida más casualidades de lo que podemos sospechar. Muchas pasan desapercibidas, porque, reconozcámoslo, para advertirlas todas necesitaríamos más de mil ojos abiertos como platos, y estar siempre atentos a las circunstancias. Y como eso es imposible, de unas nos damos cuenta y de otras no. Y esto me suscita una pregunta que me atormenta: ¿La casualidad existe independientemente de que nosotros la percibamos como un accidente de la naturaleza y del destino o, por el contrario, no existe la casualidad si nosotros no la percibimos como tal y por tanto pasa desapercibida y se pierde en las turbulencias del tiempo? A lo mejor no hay respuesta para esta pregunta, como tampoco la hay para tantas y tantas cosas que en la vida nos desconciertan cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo…
Hace unos días, en el artículo titulado Gremios de la construcción y afines, sagas… y los dos Robustianos (Campo de Criptana, 1918), encontramos citado entre los albañiles criptanenses reseñados en la revista Arquitectura y construcción (núm. de 1918, pág. 461) a Bernardo Ramírez. Nunca había oído hasta entonces ese nombre, por lo que me era completamente desconocido. ¿Dónde está la extraña casualidad, te preguntarás, lector? Hela aquí.
Dos días después rebuscando en el cajón de sastre de materiales que sirven de base para escribir este blog me vuelvó a aparecer el mismo nombre, en este caso en el periódico El Castellano, del día 14 de mayo de 1924. En la sección de noticias de sociedad se da cuenta de la celebración el día 22 de ese mismo mes de la:
… boda del culto joven de ésta [i. d. Toledo], don Francisco Labrador de la Mata con la bellísima señorita Laura Calvo de Diego, de El Toboso.
¿Y qué tiene que ver en esta historia el albañil criptanense, Bernardo Ramírez? Nos lo explica a continuación la nota del periódico:
Con destino a la morada de los futuros esposos, se están realizando grandes obras a cargo del maestro albañil de Campo de Criptana, don Bernardo Ramírez.
No se nos dice nada más, ni ninguna noticia adicional he encontrado sobre Bernardo Ramírez. Sólo ésta y la que publiqué hace dos días… gran casualidad y gran coincidencia en la vasta e infinita inmensidad de la eternidad.
No es, como habrás advertido, lector, un hecho extraordinario, uno de esos que entran en la Historia (con mayúscula), la gran historia, la de guerras, la de revoluciones, la de imperios, reinos y vanidades de vanidades. Piense el lector, por el contrario, que esta coincidencia es más bien «historieta», historia humilde, historia de la vida cotidiana, historia de una de tantas y tantas vidas que en otra época existieron y fueron tragadas inexorablemente por el agujero negro del tiempo.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO