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Continuamos hoy viendo qué nos dice José Ramón Mélida sobre el idolillo ibérico de Campo de Criptana en su artículo Ídolos ibéricos, publicado en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, año 1, núm. 4, del año 1897 (págs. 145-153).
Dejábamos ayer la cuestión en la comparación que hacía Mélida entre el ídolo criptanense y otro, también ibérico, conservado en el Museo Arqueológico Nacional. Eran muchas las diferencias, como pudimos ver. A pesar de ello, creía Mélida que ambas imágenes podían representar al mismo personaje, quizá perteneciente a la mitología. El «pronunciado carácter viril del ídolo de Criptana» podría hacer sospechar que es un dios o un genio de carácter sexual, quizá relacionado con los ciclos de Baco y de Príapo. Después de discutir la cuestión, concluye Mélida que esta identificación no es posible.
Dejamos a un lado la exposición que sigue en el artículo de Mélida sobre las posibles identificaciones del ídolo con diferentes divinidades de los mundos ibérico, romano y fenicio, porque es compleja y larga, y, en nuestra opinión, no llega a unas conclusiones convincentes.
Sí hay un dato seguro, según Mélida, y esto es, quizá, lo más interesante para nosotros. Acabábamos el artículo de ayer con la referencia a una anilla que la figurilla tenía en la cabeza. Pues bien, esta anilla puede ser un elemento clave para dilucidar qué función tenía este idolillo en su época. Para Mélida no plantea dudas: esta anilla es un indicio claro de que la figura es un aequipondium, es decir, un contrapeso de una pesa de romana. Su peso de 83 gramos podría ser una parte de los 325/350 gramos que tenía la libra romana.
Así pues, concluye Mélida lo siguiente:
Si el ídolo de Criptana es una representación del Cabiro médico, no sería aventurado suponer, y más dado su poco peso, que sirvió de pesa en la romana usada por algún boticario, para las operaciones de su profesión.
La fecha de su fabricación se podría situar en los comienzos de la dominación romana, o incluso ya de época romana, aunque la factura es ibérica.
Hagamos una observación adicional sobre el término «romana», artilugio para pesar de gran uso en la vida cotidiana. Según el DRAE, una romana es:
Un instrumento que sirve para pesar, compuesto de una palanca de brazos muy desiguales, con el fiel sobre el punto de apoyo. El cuerpo que se ha de pesar se coloca en el extremo del brazo menor, y se equilibra con un pilón o peso constante que se hace correr sobre el brazo mayor, donde se halla trazada la escala de los pesos.
Así pues, el idolillo ibérico cumpliría en su tiempo la función de este «pilón» o «peso constante». La romana, por supuesto, sería de reducido tamaño.
Merece unas palabras el autor del artículo sobre los ídolos ibéricos, José Ramón Mélida y Alinari (1856-1933). Fue conocido arqueólogo e historiador del arte y entre sus méritos figuran el haber dirigido las excavaciones de Numancia y de Mérida. Fue él quien descubrió el teatro romano de esta ciudad. Desempeñó, entre otros puestos, el de catedrático de Arqueología en la Universidad Central de Madrid.
Aquí lo dejamos por hoy. Mañana seguiremos hablando de este idolillo ibérico.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO