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Poco más nos queda que añadir a lo ya dicho en otras ocasiones sobre uno de los ilustres criptanenses, Metodio Quintanar y Funes (véanse: Criptanenses ilustres: El sacerdote Metodio Quintanar y Funes, canónigo penitenciario de la Catedral de Cádiz, 1870; y Una boda, un funeral y un epitafio: Los Quintanar – Funes, Campo de Criptana 1896-1916). Es uno de esos criptanenses ilustres que, no por ello, mereció quedar en el recuerdo y la memoria de Criptana. No es el único. La memoria es magra y el olvido pendenciero, y ni este ilustre ni otros muchos criptanenses de otros tiempos, porque haberlos los hay, y para tomar y dejar, tienen una calle con su nombre. Podrías pensar, lector, que caigo en la contradicción, porque en otra ocasión defendí nombrar a las calles con nombres de frutas y hortalizas. Nos ahorraríamos así cambios traumáticos en el nomenclátor callejero cada vez que hay un cambio político o que a un alcalde cualquiera le da por dedicar una calle a lo más peregrino o absurdo que pase por su mente. Efectivamente, a lo mejor es una contradicción, pero ¿quién está libre de contradicciones…?
No vamos a repetir aquí lo ya dicho sino para remitir al lector a una reseña biográfica sobre este criptanense ilustre que se publicó en la Recepción Pública del M. I. Sr. Dr. D. Metodio Quintanar y Funes en la Real Academia Hispano-Americana de Ciencias y Artes (Cádiz: Talleres tipográficos de M. Álvarez), en la época en que era canónigo penitenciario de la Catedral de Cádiz, un día 2 de enero de 1920.
Tras repasar a modo de introducción los méritos académicos de Quintanar y Funes, se hace referencia a su «ascendencia ilustre en el mundo de las letras» (pág. 66), aunque no sabemos qué vinculación tendrían con Campo de Criptana ni con el mismo Quintanar y Funes, fuera de la coincidencia en el apellido. Quizá ninguna. Pero como relación con este criptanense ilustre hay, aunque se limite al apellido, y es patente y es indudable, no vamos a poner reparos en hablar aquí del tema.
Veamos quiénes fueron aquellos ilustres Funes:
Fray Juan Antonio Agustín Funes
Fue autor de la Crónica General de la Real y Militar Orden de San Juan de Jerusalén.
Gregorio Funes
Historiador argentino, nacido en Córdoba (de Argentina).
Padre Martín Funes
De la Compañía de Jesús; parece que fue profesor de Teología en Salamanca, Gratz y Milán (finales del s. XVII y comienzos del XVIII), que escribió la «famosa obra» Disputatio de Deo un<o> y un Speculum morale et practicum.
Enrique Funes
Fue autor de «varios juicios críticos», entre los cuales están los referidos al Segismundo y a Don Álvaro o la fuerza del sino.
Francisco Funes
Publicó en La Habana un libro titulado De la necesidad y libertad del trabajo (dato curioso, ¡en la Cuba esclavista!).
Doctor D. F. A. Funes Pineda
De la República del Salvador, autor de los Episodios históricos.
Deán Funes
Autor de un libro sobre Bolívar publicado en la Editorial América (Madrid).
Fue para nosotros Metodio uno de esos criptanense de lustre, uno de aquellos intelectuales avanzados a su tiempo que tanto sabía de teología, como de ciencia, como de letras y, sobre todo, de oratoria. Se echan de menos los tiempos de oratoria florida, de género forense bien fundado, de periodos bien construidos, de figuras bien colocadas y en su sitio, y sobre todo equilibradas, muy equilibradas, ni mucho ni poco, como debe ser… se echan de menos los tiempos de un género parlamentario, que incluso, si se tercia, tendría hasta una métrica disimulada. Se echan de menos los tiempos en que la política española era un reducto del buen hablar.
Hasta aquí llegamos hoy. Nos quedamos sumidos en la indefinición ante el futuro, que siempre es por obligación indeciso, y siempre nos depara alguna que otra sorpresa. No sabemos si mañana seguiremos escribiendo sobre esta cuestión o el destino nos llevará por otros derroteros. Nunca se sabe con estas cosas del futuro que, reconozcámoslo, a veces es de lo más traicionero.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO
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