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Andrés Alarcos, Antonio Muñoz, Arriendo, Áridos, Bienes, Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, Camino, campo de criptana, Capellanía, Cementerio, Colono, Cuartillo, DRAE, Eclesiásticos, Elvira Sánchez, Fanega, Francisco Pintado, La Concepción, La Guindalera, Las Portezuelas, Mingo Díaz, Pedro Muñoz, Propiedad, Quiñón, Real, Renta anual, Sebastián Arias, Villajos
De tierras de dos capellanías hemos hablado ya, primero de la de Sebastián Arias, y en segundo lugar de la de Francisco Pintado (véanse: De bienes eclesiásticos, capellanías y arriendos, Campo de Criptana 1853, I; y De bienes eclesiásticos, capellanías y arriendos, Campo de Criptana 1853, III). También hubo capellanías instituidas por mujeres, como la de Elvira Sánchez. Veamos ahora cuáles qué tierras suyas salían a arriendo en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, del viernes 22 de julio de 1853.
1122 Un quiñón de 4 celemines 2 cuartillos, camino de la Concepción.
1123 Una tierra de 6 celemines, camino de Villajos.
1124 Otra de 2 fanegas y 9 celemines, en el camino de Mingo Díaz.
Formaban parte estas tres propiedades de un único lote, junto a otras muchas de otras capellanías cuyo colono había sido Andrés Alarcos, con una renta anual conjunta de 600 reales de vellón. Había otras cuyo arriendo se publicaba por separado. De todas ellas había sido colono anteriormente Antonio Muñoz. Eran las siguientes:
1153 Quiñón de 1 celemín en las Portezuelas. Renta anual: 4 reales de vellón.
1154 Otro quiñón de 1 celemín en el mismo lugar; 4 rs. de vn.
1155 Otro de 4 celemines 2 cuartillos, en el sitio de la Guindalera; 16 rs. de vn.
1156 Tierra de 20 celemines, en el camino de Pedro Muñoz; 18 rs. de vn.
Éstas eran, pues, las tierras de la capellanía de Elvira Sánchez que salían a arriendo en aquella ocasión.
Dos observaciones haremos al respecto. Una es pertinente sobre las localizaciones de estas tierras. La Concepción, en cuyo camino se encontraba una de estas propiedades, es la ermita del mismo nombre junto a la cual por aquel tiempo ya se había comenzado a instalar el nuevo cementerio de Campo de Criptana. Podría pensarse hoy, a juzgar por el paisaje, que érase una ermita a un cementerio pegada, pero no, lector; es al contrario: fue primero la ermita, «de la Concepción» y su paraje, y luego fue el cementerio. Érase, pues, un cementerio a una ermita pegado, edificio que, sin duda, por su interés histórico y arquitectónico merecería un poco más de atención y de desvelos (véase: La calle Concepción, los cementerios y un terrible suceso, Campo de Criptana, 1877-1929).
La segunda se refiere al término «cuartillo», nueva medida de superficie que se une a algunas de las ya citadas, como fanega, celemín y quiñón. Tenía este vocablo varias acepciones, y era tanto medida de capacidad de áridos y de líquidos como fracción monetaria. De las cuatro acepciones que recoge el DRAE nos interesa aquí la primera, referencia a la medida de capacidad para líquidos. Dice así el Diccionario:
Medida de capacidad para áridos, cuarta parte de un celemín, equivalente a 1156 ml. aproximadamente.
Como fracción monetaria, el cuartillo era la «cuarta parte de un real».
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO