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Los días 30 de abril y 1 de mayo de 1883 pasó la flor y nata de la economía criptanense por las casas consistoriales. Allí se vieron abaceros, tablajeros, sastres, herreros, farmacéuticos, médicos, carpinteros, carreteros… todos aquellos que por aquel tiempo ejercían una profesión en Campo de Criptana, cada uno en su grupo, cada uno a su hora, ordenadamente, como debe ser. Se cumplieron así al detalle las órdenes del anuncio publicado por el alcalde accidental criptanense, Jovito Romeral en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, del 27 de abril de 1883, y Campo de Criptana tuvo en un «me ves y no me ves» organizados sus gremios… todo en dos días.
Completaremos hoy la información al respecto viendo algunos de los nombres de los profesionales que entraban en uno u otro grupo gremial a partir de una fuente coetánea: el Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración o directorio de las 400.000 señas de España, Ultramar, Estados Hispano-Americanos y Portugal, o «Bailly-Baillière», núm. 4 de 1882, pág. 835:
Farmacéuticos: Federico Bustamante, Bernardo Gómez, Carlos Longoria Angulo.
Médicos: Daniel Moreno y Millán, José Joaquín Villacañas y García.
Veterinarios: Pedro Alarcón y Villarrubia, Daniel Pizarro Reíllo, Ramón Pupón (sic, por «Pulpón») García.
Carpinteros: Manuel Alberca Caballo, Felipe Casarrubios Parreño.
Carreteros: Venancio Casero Delgado, José Vicente Moreno Millán.
Herreros: Pelegrín Pizarro Reíllo, Manuel Polo y Pérez.
Sastres: Lorenzo Pizarro Reíllo.
Para los tres últimos grupos (panaderos, barberos y zapateros) no hay datos en el Bailly-Baillière de 1882. Como hemos dicho en otras ocasiones, no se recogen en este directorio los nombres de todos los criptanenses que se dedicaban a estos oficios, pues la aparición estaba sujeta a suscripción. Así, de esos silencios no podemos deducir que no hubiese más profesionales para cada grupo en aquel momento.
Pocos años después, en 1886 el panorama de la economía criptanense que ofrece el Bailly-Baillière es mucho más completo y rico. Por ejemplo, en el grupo de los carpinteros encontramos los siguientes: Alberca hermanos, Baltasar Briega, Cecilio Bustamante, Braulio Casarrubios, Robustiano Galindo, José María Moreno, José Porrero y Vicente Quiñones. Igual ocurre con los carreteros (Venancio Casero, Isidoro Escribano, José Antonio Herencia, José Vicente Moreno y Francisco Ropero), los herreros (Bernardo Casarrubios, Cristóbal Casarrubios, Jesús Casarrubios, José González, Teodoro González, Manuel Polo y Pérez y Siro Rubio) los sastres (Dionisio Fernández, Antonio Millán, Lorenzo Pizarro y Ulpiano Segovia) y los veterinarios (Pedro Alarcón y Villarrubia, Jesús Hellín, Porfirio Olmedo, Eduardo Pizarro, Daniel Pizarro Reíllo y Ramón Pulpón García).
En este número del directorio de 1886 encontramos grupos que no están consignados en el de 1882, como los panaderos (Ricardo Galindo, Manuel Lucas, Antonio Menchel, Prudencio Manjabacas, Castor Manzaneque y Manuel Reíllo), los guarnicioneros, los pasteleros, los peluqueros, los posaderos, los tintoreros, los toneleros, etc.
Llegamos con esto a una imagen bastante rica, aunque no del todo completa, de ese complejo universo económico y social que ya era Campo de Criptana en la década de los ochenta del siglo XIX, mucho, mucho más activo de lo que hoy podríamos imaginar.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO
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