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El hilo interminable: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

El hilo interminable: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Cosas raras de este blog, que hoy hablaremos de vendimia conscientes de que no corresponde el tema con el momento del año ni con las circunstancias. Pero en esto hacemos como viene siendo habitual y costumbre en estos escritos: No acompasar los temas con ciclos del año ni con lo propio de cada estación, ni con las festividades más renombradas del momento, ni con acontecimientos anuales. En esto, preferimos como siempre la sorpresa que puede suponer hablar de carnaval en agosto y de vendimia cuando ya la Navidad está encima. Y de vendimia hablaremos hoy.

En esto de la vendimia surge todos los años la misma cuestión: El precio de la uva. Precisamente de este tema trata una pequeña nota publicada como parte de un artículo más amplio titulado «La vendimia en La Mancha», que se publicó en el periódico La Rioja, año XXXV, núm. 11.184, del 5 octubre de 1923, es decir, cuando la vendimia se hallaba en pleno auge aquel año. Veamos qué nos dice esta nota sobre aquella vendimia criptanense y los precios de la uva en aquel tiempo en Campo de Criptana:

El lunes se dió principio a la vendimia, la que promete ser escasa y poco duradera, dada la falta de fruto que se observa.

Un horizonte de viñas: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Un horizonte de viñas: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

La calidad deja mucho que desear.

La apertura de las bodegas ha sido general sin que ninguna sola haya dejado de admitir uva.

Son tres los precios a que se cotiza: Uva apedreada a ocho céntimos kilo, uva blanca sana a doce céntimos kilo, uva tinta sana a quince céntimos kilo.

El público no parece mostrarse descontento ante estos precios y el mercado aparece firme sin tendencias.

Comenzaba por aquel entonces la vendimia mucho más tarde que en la actualidad. El día 5 de octubre de 1923 en que se publicó esta nota fue viernes. Según se dice la vendimia había comenzado el lunes anterior, es decir, el 1 de octubre.

Como una alfombra de viñas: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Como una alfombra de viñas: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

En el mismo artículo se ofrecen notas sobre la vendimia en Tomelloso y en Alcázar de San Juan. De una de las grandes bodegas de Tomelloso se dice que había pregonado un precio de «12 céntimos kilo de uva de ambas clases», es decir, blanca y tinta. Sin embargo, al igual que en Criptana, la cosecha sería escasa. De Alcázar se dice que los precios iban al alza. La blanca se pagaba a 15 céntimos, mientras que la tinta, podemos suponer que a 19, porque hay una errata en el texto («0’á9» aparece escrito). Había un queja general por la escasez de mosto que traía la uva, pero se suponía que la subida que estaba iniciada llegaría a los 25 céntimos el kilo. Así, vemos que los precios de Criptana eran muy similares a los de Tomelloso pero inferiores a los de Alcázar.

Aquí dejamos hoy este artículo desacompasado con el ritmo del tiempo. Mañana… no sé aún de qué hablaremos, pero seguro que el tema poco tendrá que ver con la época de año en que estamos… o sí. Nunca se sabe.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO