Etiquetas

, , , , , , , , , , , , , , ,

Tiene el prodigioso efecto la fotografía de trasladarnos en el tiempo y en el espacio al pasado, y recordar cómo fue lo que ya no es, qué hubo y que ya no hay, a quienes por aquel entonces tenían su vida cotidiana y hoy ya no la tienen. Se acentúan estos efectos, sin duda, en la fotografía más antigua, en la fotografía en blanco y negro, o mejor, en sepia, porque añade ésta a la imagen su textura particular de añoranza, de nostalgia y de melancolía.

En los molinos de Criptana (Vista parcial del cuadro "Sierra y molinos·): Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

En los molinos de Criptana (Vista parcial del cuadro «Sierra y molinos·): Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Tiene Campo de Criptana una rica y larga historia fotográfica que aún está por escribir. No digo con esto que tengamos que hablar de la fotografía desde los años 50 del siglo XX, aunque sería un tema muy largo y prolijo, sino que sería necesario remontarse a los orígenes, al primer fotógrafo que llegó a Campo de Criptana, a la primera cámara que plasmó por primera vez en la historia rostros y paisajes criptanenses. Mucho hemos hablado ya de fotógrafos en Campo de Criptana en otros tiempos, pero es muy poco lo dicho en comparación con lo que queda por decir (véanse al respecto, por ejemplo: Jesús Cañas, fotógrafo profesional, Campo de Criptana, 1903-1908; y Campo de Criptana en 1911, XXIV: Miscelánea de establecimientos y profesiones, y lo que no puede ni debe quedar en el tintero).

Hoy añadimos un capítulo más a esa historia incompleta de la fotografía criptanense: La que Francisco Granero tomó de los molinos de Campo de Criptana allá por febrero de 1936, unos meses antes de que llegase la Guerra Civil.

Francisco Granero no se conformó con tomar la fotografía de los molinos criptanenses. Tuvo la deferencia de enviarla como donación a la Academia de la Historia de Madrid y ésta se lo agradeció formalmente como es de rigor en estos casos. El agradecimiento se publicó en el periódico La Época, núm. 30.014, del 29 de febrero de 1936, en la sección «Crónica de Madrid» que se ocupaba de la sesión de la Academia de la Historia celebrada el día 28. Entre los puntos del día figuraba éste al que nos estamos refiriendo:

La Academia recibió, con acuerdo de gracias, de don Francisco Granero una fotografía de los molinos de Campo de Criptana que recuerdan los que Cervantes describió en El Quijote.

Quedó así una instantánea del Campo de Criptana de 1936 como recuerdo en esta institución que tanto ha velado y vela por la preservación del patrimonio histórico y documental español. He buscado la fotografía en la Academia de la Historia, pero no he encontrado referencia alguna a ella.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO