Etiquetas

, , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Por unos días, el que escribe deja de ser escritor para convertirse en editor y sacar a la luz textos e historias de otros autores. No es la primera vez que lo hacemos. En otro momento fuimos editores de un relato de ficción cuyo parecido con la realidad era mera coincidencia, como ya dijimos, y que nos remitía hace unos meses nuestro amigo y lector Vicente Martínez-Santos Ysern. Desde hoy, día 25 de diciembre, publicaremos en tres partes un trabajo que nos remitía hace unos días otro amigo y lector del blog, otro Vicente, en este caso José Vicente Méndez Jiménez de los Galanes, que, estamos seguros, será de interés de los lectores que vienen siguiendo desde hace tanto tiempo lo que aquí se publica.

He aquí, pues, el capítulo correspondiente al día de hoy, 25 de diciembre… setenta y cinco años después.

PRIMERA PARTE

«Paisaje después de una guerra»

El Santuario: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2008). Colección particular

El Santuario: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2008). Colección particular

Hoy 25 de diciembre es una fecha marcada para la historia de Campo de Criptana. Hace 468 años [texto enmendado; véase al respecto abajo el  comentario de Francisco Escribano) que tal día como hoy se proclamó el Voto a María Santísima de Criptana y con él la creación del día de su fiesta, el llamado «Día de la Virgen». Pero este 2015 también es año de celebraciones para la Hermandad Patronal por otro motivo. Varias han sido las hermandades de Semana Santa que han celebrado el 75 aniversario de su fundación o refundación tras la Guerra Civil, pero se nos ha olvidado alguien, y esa es Nuestra Patrona. El pueblo de Campo de Criptana volvió a ver la cara de su amada madre María Santísima de Criptana un lejano 25 de marzo de 1940 tras tres años de ausencia desde aquel verano de 1936. Personas, acciones y emociones han quedado olvidadas y perdidas en el tiempo. Por ello, intentaré en esta ocasión rememorar aquellos días, aquellas personas y aquellas ilusiones.

Terminada la contienda civil, dentro de las primeras preocupaciones que la recién nombrada Corporación Municipal tenía para devolver la normalidad a la vida de Campo de Criptana, estaba la de:

…proceder a realizar los preparativos necesarios en la ermita de la Stma. Virgen de Criptana para celebrar la tradicional función religiosa en Honor a la Patrona y proceder a traerla como es costumbre en el caso de ser habida la imagen

(Sesión Plenaria del 2 de abril de 1939)

En aquellos primeros momentos se procedió a la limpieza y desescombro del interior de la ermita, ya que a causa del incendio de agosto de 1936, el techo había sufrido daños provocando la caída de parte del mismo. Debido a estas labores apareció entre los escombros la media luna de plata que la Virgen portaba a sus pies y que fue regalo de Enriqueta Olivares. Este descubrimiento produjo una fundada ilusión en todos por encontrar la imagen de la Virgen de Criptana, pues se corrió el rumor por el pueblo en aquel verano de 1936 de que la imagen no había sido destruida, sino que había sido escondida arrojándola al aljibe del Santuario. Lástima que aquello solo fuera eso, un rumor, porque la realidad fue muy distinta. La imagen fue destruida siendo arrojada desde su camarín al suelo, fusilada, hecha astillas e incendiada junto al Santuario (la fuente documental de estas informaciones son las relaciones enviadas por el Ayuntamiento de Campo de Criptana como respuesta a la Causa General, Madrid: Archivo Histórico Nacional).

El Santuario, desde lejos: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2007). Colección particular

El Santuario, desde lejos: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2007). Colección particular

Al entonces párroco D. Tomas Urda acudían los antiguos componentes de hermandades para pedirle ayuda y formación para comenzar a reponer sus enseres e imágenes respectivas. La cercanía de la inmediata celebración del día de la Virgen (en apenas 7 días) y la no aparición de la imagen de la Patrona, obligó a buscar una solución lo antes posible. Se planteó sacar procesionalmente un gran cuadro, de los dos que existían de los patronos, con la Imagen de la Virgen, propiedad del sacerdote D. Especioso Perucho, para después hacerle una misa y traerlo procesionalmente hasta el pueblo. Y, estando en esas, alguien se acordó de una reproducción de la imagen de la Virgen de Criptana (tallada en madera de tamaño mediano) propiedad de D. José Alonso Orduña que se salvó de su destrucción por estar oculta. Se habló con ese señor y gustosamente la cedió, preparándosele unas sencillas andas para ser portada por jóvenes, en este caso, Jesús Alarcón, Valeriano Perucho, Luis Perucho y Joaquín García Reíllo. Todos ellos pertenecían a la rama de las familias que desde antiguo componían la llamada ‘familia piadosa’ que era la encargada de costear la función del día de la fiesta principal.

JOSÉ VICENTE MÉNDEZ JIMÉNEZ DE LOS GALANES

Concluye aquí esta primera parte del escrito de José Vicente Méndez. Situaciones, lugares, nombres y devociones en aquellos años 1939 y 1940… todo esto nos evoca hoy, setenta y cinco años después, justamente hoy, el autor de este escrito. Todo ello forma parte de la historia de Campo de Criptana y todo ello debe quedar en el recuerdo. Muchas veces, mientras escribía los artículos que han ido dando forma a lo largo de cuatro años a este blog no he dejado de preguntarme si un pueblo olvidadizo de su pasado puede comprender su presente y su futuro. Dejemos la respuesta en manos de los lectores.

Mañana ofreceremos la segunda parte de este escrito, titulada «Volver a empezar».

[INTRODUCCIÓN Y NOTA DEL EDITOR]

Anuncio publicitario