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Amenaza, Ayuntamiento, Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, campo de criptana, Cólera, Epidemia, Frutas, Hortalizas, Junta de Sanidad, Lazareto, Médico, Pedro Muñoz, Sesión extraordinaria, Valencia, Venta, Viajero
Ya va siendo hora de cerrar esta serie sobre aquella amenaza de contagio colérico que se cernía sobre Campo de Criptana en aquellos días de finales de junio de 1890. Se encargó de adoptar las medidas preventivas adecuadas la Junta de Sanidad del Ayuntamiento de Campo de Criptana. Celebró sendas sesiones extraordinarias los días 17 y 19 de junio ante la posible llegada de viajeros contagiados de cólera procedentes de Valencia, donde ya la epidemia se había detectado.

Para los viajeros: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2016)
En estas cosas quedan siempre rendijas por tapar, por mucho interés que se ponga en hacer las cosas bien. Y como decíamos ayer, la Junta de Sanidad tuvo que volver a reunirse en sesión extraordinaria el 15 de julio para terminar de perfilar sus medidas contra la epidemia. De lo que allí se dijo nos ha quedado memoria concisa y abreviada en el extracto que se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real del 22 de agosto de ese año. He aquí lo que se acordó:
Autorizar la venta de frutas y hortalizas traídas de Pedro-Muñóz (sic) y pueblos comarcanos, siempre que el Inspector dedicado á su examen las considere en buenas condiciones de consumo.
Que se someta á examen médico á cuantos viajeros procedan de poblaciones epidemiadas ó sitios á ellas próximos y caso sospechoso á lazareto de observación por cinco días.
Hasta aquí llega la crónica de aquella Junta de Sanidad que se convirtió por unos días en gabinete de crisis del Ayuntamiento de Campo de Criptana ante la amenaza del cólera. Si finalmente el cólera llegó o no a Campo de Criptana y si las medidas que se adoptaron resultaron efectivas es asunto de otra serie que tendremos que tratar en el futuro.
Quédesenos en la memoria el gran interés y la extrema celeridad con los que el Ayuntamiento criptanense afrontó una situación tan crítica como aquella.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO