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Es curioso cómo por mil caminos diferentes podemos llegar a una historia para este blog y cómo vayas por donde vayas siempre encuentras el nombre de Campo de Criptana, en épocas diferentes, en puntos geográficos diversos, en circunstancias muy variadas. Por tres días ha salido el nombre de Campo de Criptana en este blog de modo puramente accidental, pues no se ha hablado del pueblo en sí, sino de uno de sus hijos que, residente en Madrid allá por 1872, se vio involucrado sin querer y por piruetas del destino en tan feo asunto como fue el complot contra el rey Amadeo I. No tuvo, como quedó demostrado al final, nada que ver en la conspiración.
Hoy nos vamos más atrás en el tiempo, a época procelosa, a un año que, en este caso sí, aparece casi perdido entre las brumas del olvido. Es el año 1826. No es un acontecimiento histórico de importancia capital para la España de la época lo que nos trae hoy a este artículo. No es tampoco un personaje cuyas acciones quedaran para siempre plasmadas en los anales de la historia. Sencillamente, alguien relacionado con Campo de Criptana vendía anclas, y, por ello, publicó un anuncio en el Diario Mercantil de Cádiz, núm. 3649, del 4 de agosto de 1826, buscando a quienes quisiesen, alertados por la magnificencia y excelencia de tal artículo náutico, participar en la subasta. No es este personaje sino un caballero comendador de Campo de Criptana, Juan de Soto, que por aquel entonces vivía en El Puerto de Santa María. Veamos, pues, qué dice el anuncio:
Juan de Soto, caballero comendador de la del campo de Criptana en la orden militar de S. Fernando y S. Hermenegildo, Brigadier de caballería, Gobernador Militar y Político de esta ciudad &c, &c.
Quien quisiere comprar ocho anclas grandes de las del puente de S. Alejandro de esta ciudad, que se venden á virtud de orden de la Direccion General de correos y caminos del Reyno, paresca ante mí por la presencia del infrascripto escribano á hacer postura, que se han de rematar el día 26 del corriente mes á la hora de las doce á las puertas de las casas de mi habitación.
Puerto de Sta. María, 1º de Agosto de 1826 = Soto = Francisco de Paula Isola.
Conviene aclarar ahora a qué se refiere el texto con la expresión «del puente de S. Alejandro de esta ciudad». Es un puente de barcas que se inauguró en 1779 sobre el río Guadalete para facilitar las comunicaciones de El Puerto de Santa María. Después este puente fue sustituido por otro, esta vez colgante.
No es éste el único anuncio publicado por aquel tiempo en ese diario gaditano en el que aparece citado Juan de Soto. Otro ejemplo, en el que aparece actuando como juez, se publicó en el núm. 3356, del 14 de octubre de 1825. Así concluimos este artículo a cuyo tema hemos llegado, hay que reconocerlo, por una caprichosa carambola del destino.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO