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Administración, Apostilla, Artículo, Biblioteca Patria, campo de criptana, Censo Electoral, Certamen Poético, Desmemoria, Destino, Distrito, Elecciones, Epílogo, Inclusión, Isabel de Perillán y Quirós, Memoria, Micaela Peñaranda y Lima, Novela, Parnaso criptanense, Poetisa, Reclamaciones, Recuerdo, Religión, Resolución, San Antonio de Padua, Teatro, Voto
He aquí, pues, hoy el epílogo necesario a esta serie de artículos que, tiene que reconocer el que escribe, ha salido más larga de lo esperado. En esto de las series de artículos no se pueden hacer previsiones ni planes, ni se pueden trazar proyectos detallados, porque al final es la materia la que manda y dice de ir por allí y por aquí, y el destino, veleta, casquivano y caprichoso como corresponde a su naturaleza y a lo más profundo de su ser, dispone.
Vistas ya las cifras por distrito veamos ahora las cifras totales. Llegaron las inclusiones de diverso tipo, hechas por los propios interesados o por un tercero, a un total de doscientas, que es mucho para el censo de Campo de Criptana. Doscientos votos más o doscientos votos menos pueden cambiar mucho el resultado de unas elecciones. La mayor parte de las inclusiones fueron por solicitud de los interesados, pero en veinticinco casos la solicitud no la hicieron los propios electores, sino que la hizo un tercero, por ejemplo, Micaela Peñaranda.
No es esta Micaela Peñaranda otra que la prolífica escritora criptanense, Micaela Peñaranda y Lima, a quien ya dedicamos una amplia e interesante serie a finales de febrero y comienzos de marzo del año 2013. Bien merecía Micaela Peñaranda aparecer en el Parnaso criptanense de escritores, en el que solo dos mujeres ocupan cátedra: ella y la poetisa Isabel de Perillán y Quirós. Varios siglos las separan: Vivió Isabel de Perillán en el siglo XVII; Micaela Peñaranda, por su parte, tuvo su floruit como escritora entre la primera década del siglo XX y finales de la década de los cuarenta. Poco ha quedado de la obra de Isabel Perillán y Quirós. Han sido el destino y el tiempo ingratos con ella. De ella sólo conocemos su participación en el certamen poético que en honor a San Antonio de Padua se celebró en Campo de Criptana en 1644 (véanse: Criptanenses ilustres: Isabel Perillán y Quirós, poetisa, 1644; y De nuevo, Isabel Perillán y Quirós y el certamen poético de Campo de Criptana, 1644).
Mucho más sabemos de Micaela Peñaranda, pues fue polígrafa y prolífica. Tanto se dedicó a la poesía, especialmente de tema religioso, como a la novela y tampoco dejó a un lado el teatro, pero siempre con un interés claramente ejemplarizante y moralizante. Acumuló Micaela Peñaranda muchos premios poéticos por toda España, y, como prueba de la enorme difusión que alcanzó su obra en prosa, llegó a publicar novelas en la colección barcelonesa Biblioteca Patria, sin duda una de las publicaciones más difundidas en su época. Recordemos que la revista La Basílica Teresiana, tomo 2, 2ª época, año 2, núm. 24, del 15 de diciembre de 1907, pág. 382, decía de ella que tenía «grandes talentos y una admirable delicadeza de pluma».
Y además, promovió la inclusión en el censo electoral de veinticinco criptanenses cuyos nombres habían quedado en el limbo del olvido de la administración, ese limbo en el que se pierden los datos personales, las personas mismas, las instancias, los recursos y mil y un más tipos de trámites razonados o no razonados, razonables o no razonables, justificados o no justificados.
Quizá Micaela Peñaranda merecía un lugar en la memoria colectiva criptanense. Quizá no… seguro que lo merece, pero Campo de Criptana es en estas cosas del recuerdo y de la memoria de los suyos más bien ingrata, y ha olvidado completamente a Micaela, la poetisa, la prosista, la dramaturga criptanense que durante más de cuarenta años se dedicó a escribir, y adquirió cierta fama en el panorama de escritores españoles de la época en el que las mujeres eran rara avis. Y además tuvo tiempo para promover solicitudes de inclusión de electores en el censo. Razón de más para no olvidarla, ni a ella ni a otros (véase: Crónicas inexplicables de la desmemoria, Campo de Criptana, siglo XIX; y Más crónicas inexplicables de la desmemoria, Campo de Criptana, siglos XVII, XIX-XX).
Dejamos a continuación los enlaces a la serie dedicada en este blog a Micaela Peñaranda y Lima, por si algún lector está interesado en ampliar información (que no le defraudará) sobre ella:
Criptanenses ilustres: La escritora Micaela Peñaranda y Lima (I) (Campo de Criptana 1907)
Criptanenses ilustres: La escritora Micaela Peñaranda y Lima (II) (Campo de Criptana 1908-1909)
Criptanenses ilustres: La escritora Micaela Peñaranda y Lima (III) (Campo de Criptana 1911)
Criptanenses ilustres: La escritora Micaela Peñaranda y Lima (IV) (Campo de Criptana 1912-1914)
Criptanenses ilustres: La escritora Micaela Peñaranda y Lima (V) (Campo de Criptana 1919-1949)
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO