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Un colegio, además de una institución de enseñanza o del edificio en el que tiene lugar tal enseñanza, es, según el DRAE, una:
Sociedad o corporación de personas de una misma profesión, a la que generalmente se atribuyen funciones de ordenación y disciplina de la actividad profesional.
Viene la palabra colegio del latín collegium, y tal sustantivo a su vez del verbo colligo, «reunir». Se aplica generalmente tal palabra con este sentido a gremios profesionales, por ejemplo, de abogados, de arquitectos, o de médicos. Precisamente de estos hablaremos en el artículo de hoy y de su colegio en la provincia de Ciudad Real en relación con los médicos criptanenses. Y publicó esta institución una nota en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, del 10 de enero de 1900, en la que se publica la:
Relación de Sres. Médicos y Médicos Cirujanos que reunen (sic) las condiciones que fija el art. 39 del Real decreto de 12 de Abril del 98, y cargo en que pueden ser elegidos.
Y viene primero la lista de los «Individuos que pueden ser elegidos presidentes». No encontramos en ella a ningún médico criptanense. Viene a continuación una segunda lista, cuyo título dice: «Individuos que pueden ser elegidos vocales, contador, tesorero y secretarios». Y en ella sí encontraremos nombres de médicos que ejercían en Campo de Criptana. Son los siguientes:
Florentino Isern Gil
Trinidad Santiago Granero
Enrique Alonso Fernando (sic, por «Fernández»)
José Joaquín Sánchez
Santiago Vallejo Tabernero
Éstos son, pues, los médicos que ejercían su profesión en Campo de Criptana en 1900 con posibilidad de ejercer un cargo en el Colegio de médicos de la provincia de Ciudad Real…, se ser vocal, o contador, o tesorero, o también secretario. Lo cierto es que sus nombres nos son ya muy conocidos porque en un momento u otro (o mejor dicho, en un artículo o en otro) han salido a relucir en este blog. Será conveniente que remitamos también ahora a lo ya escrito aquí sobre los médicos de Campo de Criptana por aquellos tiempos: La crisis consistorial… también los médicos (Campo de Criptana 1896); Campo de Criptana en 1911 (XXI): Los médicos; Médicos de Campo de Criptana: Enrique Alonso y Fernández († 1900).
De José Joaquín Sánchez, Villacañas de segundo apellido, hemos hablado en otras ocasiones, pero no en relación con su profesión, sino porque tenía afición coleccionista de piezas arqueológicas halladas en el Cerro de Criptana, en el Puente de San Benito, en la Huerta del Villar y en la «Necrópolis» de Villajos. Entre estas piezas destacaba el ídolo ibérico que fue estudiado por José R. Mélida en un artículo publicado en la Revista de Archivos 1 (1897), p. 146 (véase: Los coleccionistas, Campo de Criptana 1892-1914). La fama del idolillo traspasó las fronteras españolas, y llegó incluso a Francia, donde fue objeto de numerosos estudios entre los que destaca el de Pierre Paris en su Essai sur l’art et l’industrie de l’Espagne primitive, vol. 2, París 1904 (véase: Hallazgos arqueológicos en Campo de Criptana: El ídolo ibérico de bronce, 1887).
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO