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Alcalde, Arrendamiento, Ayuntamiento, Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, campo de criptana, Cólera, Contagio, Cuarentena, Difteria, Epidemia, Escolar, Extracto, Felicidad López, Junta de Sanidad, Junta Local de Instrucción Pública, Junta Municipal, Local, Maestra, Maestro, Presupuesto, Ramón Manzanares, Tuberculosis, Varioiloso
Nos situábamos ayer en el mes de enero de 1892 y hablábamos de escuelas y de presupuestos. Recordamos que en aquella época los municipios eran responsables del mantenimiento económico de las escuelas públicas, del pago a los maestros y, también, en muchos casos, de proveerles alojamiento. 2.000 pesetas dedicó entonces el Ayuntamiento de Campo de Criptana al arrendamiento de locales para escuelas, a materiales y a los sueldos de un maestro de niños y de una maestra de niñas. Esto se acordó en la sesión extraordinaria que había celebrado la Junta Municipal criptanense el día 20 de enero de 1892. De ello sabemos por el extracto que se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, del 10 de febrero de 1892.
Pero hay en estos extractos más materia relacionada muy directamente con las escuelas criptanenses, aunque no fuese la cuestión competencia de las autoridades educativas, sino de la Junta de Sanidad. Fueron muchas las epidemias que el siglo XIX asolaron España, fundamentalmente epidemias de cólera contra las cuales en aquel tiempo poco se podía hacer, a no ser recurrir a la cuarentena. Y así, hubo pueblos que se vieron completamente cerrados por sus autoridades para que ningún contagio pudiese entrar. Sin embargo, el cólera no era la mayor preocupación. Otras epidemias surgían de vez en cuando, como la viruela, y a ello hay que sumar las enfermedades endémicas, como la tuberculosis o la difteria.
La viruela dio de vez en cuando quebraderos de cabeza a las autoridades sanitarias. Así, según encontramos en el mismo número de este Boletín, la Junta de Sanidad, en la sesión celebrada el día 8 de enero de 1892, acordó:
Informar al Alcalde que podía determinar la apertura de la enseñanza oficial, puesto que sólo existían 7 casos de atacados de viruela, previniendo á los Maestros que no admitieran en sus Escuelas á los niños en cuya familia hubiera algún varioloso. Y que oportunamente propondría la fecha de terminación de la epidemia, á los fines que la Alcaldía creyera oportunos.
Y el mismo día, 3 de enero, la Junta local de Instrucción Pública se reunió, y acordó:
Que el lunes 11 del actual Enero se abrieran las Escuelas observándose las medidas de precaución aconsejadas por la Junta de Sanidad.
Al parecer, la tormenta epidémica ya casi había pasado y las escuelas volvían a su cotidiana normalidad. Además, la esta misma Junta Local de instrucción Pública informa de que las escuelas privadas cuyos directores eran Ramón Manzanares y Felicidad López estaban ya establecidas y a pleno rendimiento. En total, a ambas escuelas asistían más de 100 alumnos, que procedían, según se dice en el Boletín, «de las clases más acomodadas de la localidad».
JOSÉE MANUEL CAÑAS REÍLLO