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Dejábamos ayer esta historia en la Confirmación masiva que celebró el obispo de Ciudad Real en su visita a Arenales de la Moscarda en aquel día de finales de noviembre de 1911. Fue, como se ha dicho, celebración masiva, y fue, por tanto, a la intemperie, porque la iglesia de Arenales de aquel tiempo no tenía capacidad suficiente para albergar a tan gran muchedumbre. Recordamos que nos cuenta todo esto en su detallada y vivaz crónica nuestro corresponsal criptanense para el periódico provincial El Pueblo Manchego, en el número del 1 de diciembre de 1911.

Seguimos en Arenales: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Y continuó, con su debido protocolo, la visita episcopal a Arenales. Terminada la Confirmación, llegaron las reivindicaciones del pueblo de Arenales a su obispo:

Concluída la Confirmación, los habitantes de Arenales quisieron hacer ver á Su Ilustrísima la urgencia de construir Iglesia y Cementerio, casa de Dios donde orar y lugar santo donde poder descansar del sueño de la muerte, en paz y sin los ajetreos á que se ven hoy obligados cuando ahora sucede, pero la liberalidad y el conocimiento de la necesidad misma se adelantaron en el señor Obispo, quien desde luego dijo se harán las obras inmediatamente, hipotecando su palabra, es su frase, para inaugurar personalmente el nuevo Templo y bendecir el Camposanto el próximo otoño de 1912…

La iglesia: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Y ofrecieron los habitantes de Arenales para llevar a fin tal objetivo, según continúa diciendo la crónica:

… terreno, cuanta piedra y yeso hagan falta y hasta jornales, si son precisos y conste que como ofrecen cumplen y no se pasará mucho tiempo sin que tengan más piedra apilada de la precisa para una Catedral.

Y ya con esto, digo yo que todo estaba dispuesto para construir iglesia y cementerio. Si los habitantes de Arenales ponían el terreno, la piedra, el yeso y los jornales, la cosa estaba hecha, y se hizo. E inmediatamente el que era alcalde pedáneo en aquel momento, reunió a los vecinos para poner en marcha los proyectos:

Al efecto el alcalde pedaneo D. Vicente Escribano convocó en el acto á los vecinos que se reunían para determinar la forma y ordenar el modo de cumplir sus ofrecimientos y como el Sr. Obispo no ha de dejar la obra de la mano, vemos en lontananza la realidad con que han soñado muchos días estos modestos hijos del trabajo.

Y se nos va aquí otra vez, como acostumbra en tantas ocasiones, el corresponsal por derroteros poético-literarios. Y, para decir la verdad, unas veces acierta y otras no tanto, y a lo mejor se deja llevar en exceso por su entusiasmo, como en este caso.

Lo dejamos aquí por hoy. Continuaremos mañana desgranando los actos de esta visita, en particular el que viene a continuación: El banquete.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO