Etiquetas
Abogado Fiscal, Acto, Albacete, Arenales de San Gregorio, Audiencia, Boda, campo de criptana, Ciudad Real, Contrayente, Corresponsal, Crónica Cotidianeidad, Cura, Dolores Olmedo, El Pueblo Manchego, Enlace, Iglesia Parroquial, Jesús Olmedo, José Olmedo, Juan José Sánchez, Nieves Pizarro Cenjor, Normalidad, Novio, Obispo, Padrino, Párroco, Periódico, Profesor, Reportero, Veterinario, Vida social, Yeste
No había acontecimiento en Campo de Criptana que escapara al interés del periódico provincial El Pueblo Manchego. Mejor dicho, nuestro corresponsal estaba siempre ojo avizor, como buen reportero, para que ningún acontecimiento que tuviese lugar en Campo de Criptana pasase desapercibido para la opinión pública. Grandes detalles unas veces, pequeños detalles otras, pero siempre eran cumplidas crónicas las que nuestro corresponsal sabía exprimir de ellas, de la realidad cotidiana, de una normalidad que, en la vista de nuestro corresponsal, se convertía en excepcionalidad. En los últimos días nos hemos ocupado de su crónica sobre la visita oficial que realizó el obispo de Ciudad Real a Arenales de San Gregorio allá por los últimos días de noviembre de 1911. Hoy será un eco de sociedad también recogido por nuestro corresponsal el que atraerá nuestra atención, porque también la vida social tenía un hueco entre sus intereses periodísticos y también, necesariamente, debe tenerlo en esta mirilla al pasado que abrimos cada día en este blog.
¿Y qué mejor en tales circunstancias que una boda? Sí, lector, el corresponsal también se interesaba por las bodas, como era de esperar en un reportero de tan infinita curiosidad. Y también las bodas, por supuesto, eran tema de sus crónicas. De una de ellas nos ocuparemos hoy. No sabemos exactamente el día en que tuvo lugar, aunque seguramente debió ser en los previos al 21 de diciembre de 1915, pues fue esta la fecha en la que se publicó la noticia en el El Pueblo Manchego, año V, núm. 1.477. Tuvo lugar la boda, como se verá, en la iglesia parroquial de Campo de Criptana, aquella vieja y monumental iglesia que tuvo en otros tiempos la localidad. Y fueron los novios personas bien conocidas en Criptana. Veamos qué se nos dice en la pequeña nota que se publicó, con el encabezamiento «Enlace»:
En la iglesia parroquial de Criptana, se ha verificado el enlace de la distinguida Srta. Nieves Pizarro Cenjor, con el joven é ilustrado profesor veterinario D. Jesús Olmedo.
Bendijo la unión el cura párroco don Juan José Sánchez. Fueron padrinos, el abogado fiscal de esta Audiencia, D. José Olmedo y la Srta. Dolores Olmedo, hermanos del contrayente.
El acto se celebró en familia y seguidamente, salieron los novios para Yeste (Albacete), donde tienen fijada su residencia.
No está firmada la nota, pero es casi seguro que es obra de nuestro famoso y bien apreciado corresponsal criptanense de este periódico. ¿En qué me baso (pensarás lector) para hacer esta afirmación? Pues ni más ni menos que en e uso del verbo «verificar», con el significado de «tener lugar», pues era tal verbo muy del gusto de nuestro corresponsal. Otras expresiones son también muy del gusto de nuestro corresponsal, como «distinguida Señorita», o «el joven é ilustrado», y se encuentran a menudo como sembradas por aquí y por allá en otros de sus escritos.
Y así, una boda fue noticia aquel día, una boda en Campo de Criptana… y nos lo contó nuestro corresponsal.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO