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Paisaje: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Piensa el que escribe que a lo mejor esta serie de caminería tendría que haber tenido más unidad, que tendrían que estar numerados artículos… I, II, III… y así hasta ahora. Téngase en cuenta, sin embargo, que estos recorridos que estamos contando son serie y no lo son, a la vez, lo que puede parecer imposible. Son, en efecto, serie, porque todos los artículos siguen las andanzas del caminante por parajes criptanenses; no lo es, por otra parte, porque, para serlo, tendríamos que tener un hilo rojo que nos llevase a un final determinado y, hay que reconocerlo, por el momento no existe. Dejemos una oportunidad a la sorpresa en estos escritos… y que el caminante vaya a donde quiera, en forma de serie o no. Esto es lo de menos.

Junto al ferrocarril: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Dejábamos al caminante en el camino de Argamasilla de Alba a El Toboso, a medio camino entre la N-420 y el ferrocarril. Vio la Casa de los Frailes, a un lado, y al otro vio la Casa de los Sastres. Que aguce un poco la vista, y verá un poco más allá, por el camino de Campo de Criptana a Socuéllamos, la Casa de Palmero. Vuelve al pasado el caminante, y encuentra también en el mapa del Instituto Geográfico Nacional de 1886 ese mismo lugar… Casa de Palmero, y un poco más abajo la Casa de D. Enrique, y un poco más a la derecha, que viene a ser hacia el este, la Casa de Infantes. Buscará en vano el caminante algunos de estos topónimos en el mapa moderno, como la Casa de D. Enrique; no los encontrará. Como en otros casos, ya hemos visto que el mapa moderno se ha quedado un poco parco en lo que se refiere a toponimias rurales.

Campos y más campos: Foto de José Manuel Cañas Reíllo (2015)

Sigue hacia el sur el caminante, y encuentra otro cruce. Es con un camino que no tiene nombre en el mapa moderno, pero sí en el de 1886. Es el camino del Cocedero de Porro que lleva, como bien indica su nombre, al Cocedero del Porro que se encuentra en el paraje de Morante. Tampoco aparece este nombre en los mapas modernos. La verdad es que el caminante se está volviendo un poco loco con tanto aparecer un topónimo en un mapa y no en el otro o no en el uno y sí en el otro. Esto, hay que reconocerlo, desconcierta un montón. Siguiendo el camino y dejando a su derecha el paraje de Casa de Treviño, avanza el caminante, y ve, ya cerca del paraje llamado Los Arenales, dos casas, la del Valenciano y la de Juan Ferrán, que no aparecen en el mapa antiguo quizá porque no estaban aún allí.

Se acerca el caminante a la vía del ferrocarril, al punto cerca del cual estuvo en otros tiempos la Estación de Arenales. A ver hacia dónde va mañana.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO