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En parajes de carriles se quedaba ayer el caminante A lo mejor así podía empezar una copla… «En parajes de carriles te encontré…» A ver si alguien la compone, porque el que escribe en lides musicales no anda muy ducho. Se hace cada vez más densa la red de caminos a medida que el caminante avanza hacia el sur por el camino de Campo de Criptana a Tomelloso. Va dejando a la derecha, muy cerca de su trayecto, el límite entre Campo de Criptana y Tomelloso en pleno Campo de San Juan, que es llanura extensa, casi infinita. Y allí, no muy lejos… Arenales de San Gregorio. Mira el caminante un poco a lo lejos ya en tierras de Tomelloso, y ve por allí el hilillo azul que recorre estos lugares desde las acequias que vienen del Canal del Guadiana. El hilillo azul está en el mapa. Que no busque el caminante en los campos. No lo encontrará.
Mira ahora hacia el lado criptanense. Dejaba ayer a sus espaldas el paraje de Almenara, y por allí hay una casa. Es la Casa de la Gitana. Y mira un poco más allá. Y ve la Casa de Voy y Vengo, que es nombre un tanto «boomerang», nombre cinético, nombre a lo mejor resonante… y nos preguntamos a quién se le ocurrió tal nombre y por qué. Vaya usted a saber, porque en esto de los topónimos todo es posible, y la imaginación y la consuetudo mandan más que la razón. Mira de nuevo el caminante al lado de Tomelloso. Asllí está la Casilla de Cepeda. «Casilla», a lo mejor casa con aspiraciones que nunca se cumplieron, casa que se regocijaba con un futuro como tal y se quedó a medio camino. Hay una Casa de la Gitana, y también hay un paraje llamado Casa de La Gitana. Eso despista mucho al que recorre parajes y mira por aquí y por allá en los mapas. A veces una casa con un nombre y el paraje con el mismo están algo alejadas, pero quizá esto es otro capricho de la toponimia rural.
Y sigue en dirección a Tomelloso, y atraviesa el paraje de Pedro Malo. Y allí está también, como es de rigor en estos casos, la Casa de Pedro Malo. Está esta sobre una pequeña elevación respecto al paisaje circundante, que llega a los 661 metros sobre el nivel del mar. Pues la Casa de Pedro Malo está a 663. Es cosa de poco la diferencia, pero cuando el paisaje es tan plano eso cuenta y mucho. «Pedro Malo» aparece el topónimo en los mapas modernos. Sin embargo, el mapa del Instituto Geográfico Nacional de 1886 tiene «Pedromalo», así, en una sola palabra, y registra allí, en el lugar dos corrales y un pozo.
Y quedándonos en ese mismo paraje encontramos en el mapa de 1886 algo curioso que no encontramos en los mapas modernos. Es un canal de corre de norte a sur. Viene de Tomelloso, y recibe el nombre de Canal de Alfonso XII. El mapa moderno ya no recoge en su trayecto, que en tierras criptanenses era de unos 2.830 metros desde el límite entre Tomelloso y Campo de Criptana hasta el paraje de Pedro Malo, en el que muere. La idea inicial cuando se construyó era traer aguas de las Lagunas de Ruidera a estas comarcas, pero parece que todo quedó en nada. Hoy donde estuvo el canal hay un camino, recto… y no de perdición. Encontrará el caminante, ya cerca del límite con Tomelloso una casa de curioso nombre itifálico. Pero eso lo veremos mañana.
JOSÉ MANUEL CAÑAS REILLO
Gracias José Manuel por compartir con nosotros tus paseos y tu buena y sencilla pluma. Gracias por tu constancia y tu trabajo siempre generoso