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A lo mejor se está convirtiendo esta serie (sin que esa sea la pretensión del que escribe) en una sucesión inconexa de nombres, de actividades económicas, de cosas del pasado criptanense, de hace mucho, o no hace mucho… depende de cómo se mire. Confía el que escribe en que el lector encuentre en estos nombres evocaciones e historias no escritas, microhistorias de un tiempo pasado. Confía el que escribe en que el lector relacione estos nombres con artículos antes publicados y llegue a sus propias conclusiones. Si así ocurre habrá cumplido en el que escribe su objetivo; si no, tendrá que considerarlo el que escribe un fracaso… y al final esto acabará en una serie, larga, eso sí, de nombres y de economías varias. No creemos que vaya a ser así.

Proseguimos pues, con los siguientes capítulos sobre Campo de Criptana en la Guía industrial y artística del centro: Madrid, Ávila, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Segovia, Toledo, publicada en 1930. Proseguimos con un negativo más de esas fotos, en blanco y negro, que estamos recreando a partir de los datos de esta guía. Concluimos hoy los capítulos en “a”, con alpargaterías, “aserrar maderas (fábricas de)”, Automóviles (así, en general) y Automóviles (Reparaciones de).

Alpargaterías

Primitivo Molina
Benito Nieto
Gregorio Perucho
Miguel Serrano
Isidro Torres

Fábricas de aserrar maderas

Francisco Bustamante
Cesáreo Calonge
Jesús Giménez. Teléfono 56
López y Moreno. Teléfono 26

Automóviles

Daniel Manzanares. Teléfono 153

Automóviles (Reparaciones de)

José Vicente Arteaga
Ramón Bastante
Francisco Bustamante
Cesáreo Calonge
Jesús Jiménez
Julián Nieto
Antonio Romero

Aquí acaba la “a”. Nos han aparecido apellidos ya muy conocidos, y llama la atención la existencia de cinco alpargaterías, negocio como tal, ya también desaparecido del panorama económico criptanense. Recuerda el que escribe aún las últimas que existieron. A lo mejor la marcha de la vida se resume en contemplar cómo desaparecen… las personas, los conocidos, las cosas, los edificios, las calles, o los paisajes… en fin, cómo todo cambia para que al final (recordemos El Gatopardo) todo siga igual. A lo mejor la marcha de la vida se resume, también, en contemplar cómo aparecen… personas que estarán entre los nuestros y entre nuestros conocidos, cómo aparecen cosas, edificios, calles y paisajes. No repetimos la referencia a El Gatopardo, pero vale también para este caso. Llama la atención también la gran cantidad de talleres de reparación de automóviles para aquel tiempo. Mañana seguiremos con la “b”.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO

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