Etiquetas

, , , , , ,

¿Se puede morir de risa? Parece que sí, y ha habido casos documentados en la historia. En el sketch “The Funniest Joke in the World”, del programa Monty Python’s Flying Circus (5 de octubre de 1969), el protagonista era un chiste asesino: quien lo oía o leía, moría… de risa. Risa y muerte, a menudo van unidas. En aquella mítica película musical Little Shop of Horrors (“La pequeña tienda de los horrores”), dirigida por Frank Oz en 1986, también asesinaba el gas de la risa de aquel dentista que encarnaba un por aquel entonces joven Steve Martin. La risa puede matar, y está demostrado. Pero, si un chiste malo tiene el mismo efecto, es incierto; ignoro si hay datos científicos, pero no es imposible. Cosas más raras se han visto, y se verán aún.

Y como muestra de chistes malos traigo hoy algunos ejemplos que un criptanense, con el pseudónimo «Perico el de los Palotes», enviaba allá por los años veinte a una revista de la época llamada Buen Humor. El periódico premiaba con 10 pesetas al mejor chiste de cada número. He aquí algunos de estos chistes del criptanense:

Buen Humor. 7 de mayo de 1922:

Viendo pasar a una buena chiquilla.

Un golfo.- ¡Gachó, qué andares!

Otro. – Amos, tú, que no se dice andares, se dice anduvieres.

Buen Humor. 28 de mayo de 1922:

Un pastorcillo que nunca había visto el ferrocarril, pastaba sus ovejas junto a la vía férrea, y pasando un tren le mató algunas, porque el pobre chico, asustado, echó a correr y las dejó solas.

Llegado a presencia del mayoral, y preguntándole éste que por qué el tren las había cogido, contestó el zagalillo, todavía con miedo:

– ¡Ay, y dé usted gracias a que el tren venía de punta…, que si llega a venir extendío no me deja una!…

Buen Humor. 25 de junio de 1922:

– ¿Qué pueblo español hay formado por tres notas musicales?

– La-re-do.

Por los datos que tengo, “Perico el de los Palotes” no ganó el premio de las 10 pesetas en ninguna de estas ocasiones. Pero que no nos extrañe: éste es el tipo de humor predominante en la mayor parte de los chistes que los lectores remitían al periódico; posiblemente, esto lo que, por aquel entonces hacía reír. Es curioso cómo todo cambia con el paso del tiempo, hasta el sentido del humor, aunque, realmente, hoy ya nos reímos por casi todo, justificada o injustificadamente, símbolo del discurrir errático del tiempo.

Es curioso que el criptanense eligiera este pseudónimo, puesto que era denominación muy famosa desde, al menos, el siglo XVII, a veces con un claro sentido peyorativo. El DRAE recoge para esta expresión, “Perico el de los Palotes” o “Perico de los Palotes”, la siguiente acepción algo neutra:

Persona indeterminada, un sujeto cualquiera.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO