Etiquetas

, , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Molinos de Campo de Criptana: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2013)

Molinos de Campo de Criptana: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2013)

Cuando el mundo ve amenazado su inestable y precario equilibrio por los conflictos armados que en diversos puntos se provocan. Cuando la inseguridad no deja lugar a la confianza…

Con estas palabras comienza el artículo que, con el título Los molinos del Campo de Criptana, bajo el cielo de Holanda, se publicó en el periódico Lanza del 29 de noviembre de 1956. Entre estas señales apocalípticas ¿qué iba a ocurrir? Pues ni más ni menos, como nos cuenta Lanza, que en una pequeña biblioteca “en un bello lugar de la Mancha” se originó una chispa. Se llamaba para más señas esta biblioteca “Alonso Quijano” y el pueblo, como no podía ser de otra manera, era la villa de Campo de Criptana, donde:

… aún tienden sus aspas al viento 4 molinos de aquellos 30 ó 40 con los que luchara Don Quijote.

Y prendió la chispa, y de la chispa se hizo fuego. ¿Dónde? Lanza nos lo dice: en Holanda. Fue esta chispa la obra de extensión cultural de la biblioteca criptanense, biblioteca autónoma perteneciente al Servicio Nacional de Lectura (así se dice para que quede claro). Envió esta humilde institución, humilde pero visionaria y ambiciosa en objetivos e iluminada (añadámoslo), un embajador cultural a Holanda portador de un mensaje de los molinos criptanenses a los holandeses. Fue este embajador el juez español Justo Díaz Villasante, colaborador de la UNESCO y experto en estudios sobre la delincuencia infantil.

Campo de Criptana: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2013)

Campo de Criptana: Óleo de José Manuel Cañas Reíllo (2013)

Se presentó Villasante en La Haya, en Utrech (sic) y en Nimega e impartió en estas ciudades tres conferencias, cuyos títulos eran: “Las (sic) molinos de Don Quijote en el cielo de Holanda”, “La personalidad de D. Quijote y los molinos en el espíritu de Alonso Quijano” y “La realidad de Don Quijote en Alonso Quijano, el Bueno”. Fueron las tres conferencias un éxito y despertaron el interés de los holandeses, y también el de los españoles que en aquellas ciudades vivían. Se hizo la prensa holandesa eco de ello, se alabó al conferenciante y se halagó su mensaje. Todo un éxito del que daría cuenta Díaz Villasante a la biblioteca “Alonso Quijano”, a su regreso a España.

Algo más tendría que salir de todo eso, aunque en estas cosas de las esperanzas nunca se contempla con realidad el futuro, casi nunca se puede descorrer ese tupido velo que es la ilusión y que suele ocultar, las más de las veces, la decepción. A lo mejor las más de las veces el espíritu quijotesco, en estas cosas, se hace carne. Así pues, nos continúa diciendo Lanza que:

Es muy posible que en un próximo futuro se establezca un intercambio cultural con la Universidad de Utrech (sic), por intervención del prestigioso hispanista profesor Van Dam, muy interesado por este espíritu español que en la llanura manchega alienta, entre tierra seca y espinosos cardos, pero que quizá, moviendo las aspas de los viejos molinos, pueda hacer florecer en los verdes “polders” holandeses nuevos tulipanes con el rojo fuego de nuestras amapolas.

Decadencias: Pastel al aceite sobre cartulina por José Manuel Cañas Reíllo (2013)

Decadencias: Pastel al aceite sobre cartulina por José Manuel Cañas Reíllo (2013)

Aquí finaliza lo que teníamos que decir sobre el artículo del periódico provincial, aquí finaliza la historia de esa chispa que nació en la biblioteca pública municipal “Alonso Quijano”, la “biblioteca” criptanense, y llegó a Holanda. Es, pues, un capítulo más a incluir en la larga historia de esta institución, la biblioteca «Alonso Quijano» que en otro tiempo palpitó como auténtico corazón cultural criptanense, como eje de su vida literaria, como centro de su espíritu cervantino y hoy, lamentablemente, languidece en la oscuridad del abandono y del olvido. De ella, en sus tiempos de esplendor, surgió una chispa y, aunque de efímero brillo, fue fulgurante, quizá más visionaria que otra cosa. Por cierto, no podía olvidar decir quién es el autor de este artículo. Es Francisco García Olmo. El hispanista holandés al que se refiere el artículo es seguramente Cornelis Frans Adolf van Dam (1899-1972).

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO