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Hubo el lunes 28 de mayo de 1900 eclipse de sol y fue un acontecimiento festivo en toda España. Tan festivo fue que se convirtió en «la noticia» y periódicos como El Imparcial le dedicaron casi todas sus páginas con detalladas descripciones no tanto del eclipse en sí, sino de los efectos que había tenido en la población y en la naturaleza. Y hubo quien vino del extranjero para hacer una observación astronómica del acontecimiento, como por ejemplo el francés Camile Flammarion. Hubo, además, una expedición astronómica que situó en Argamasilla de Alba su puesto de observación, y estuvo dirigida por Deslandres. El Imparcial, año XXXIV, núm. 11.896, del martes 29 de mayo de 1900, da buena cuenta de ello. Aquel es considerado el primer eclipse total del siglo XX (aunque para mí el año 1900 es el último del siglo XIX), y los científicos eligieron España como el mejor lugar de observación, y en España, Argamasilla de Alba se convirtió en lugar especialmente privilegiado.

Lo cierto es que el día 28 comenzó el eclipse. Nos cuenta El Imparcial que en Argamasilla, «se levantó una pequeña brisa» a las 2:11 de la tarde, a las 3:24 cantaron los gallos, a las 3:30 cesó el aire y a las 3:45…

…una gallina con sus polluelos se retiró acelerada, cobijando á la cría bajo el ala.

Y hubo más:

Los pájaros revoloteaban como atontados sobre los aleros de los tejados, buscando sus nidos.

Y avanzó la penumbra, y los gallos siguieron cantando hasta las cinco de la tarde. Y esto fue motivo de fiesta en Argamasilla. ¿Las razones? Nos las cuenta el informal:

La estación de Argamasilla está engalanada con flores para recibir á la infanta Isabel. Hay aquí gran animación. Más de setenta carruajes, entre coches, galeras, berlinas y tartanas, forman semicírculo á la puerta, ofreciendo un aspecto muy pintoresco y original

Y también se presentaron las autoridades que, digamos la verdad, eran y son como el perejil de todas las salsas y no desperdician (ni desperdician) la oportunidad de salir en la foto. Y se presentaron los alcaldes de Alcázar y de Membrilla, con comisiones de sus ayuntamientos. De Tomelloso, nos dice El Imparcial, que fueron más de 200 personas con su alcalde. De Argamasilla fueron su alcalde, Luis Montalván, el párroco, un presbítero, el farmacéutico y un coronel portando ramos de flores para la infanta.

Y dirá el lector… ¡mucho eclipse, mucha fiesta, mucha gente en la estación de ferrocarril!, pero ¿dónde está Delfín Díaz-Hellín? Pues estuvo también, en calidad de representante de la diputación provincial:

Hay una nutrida representación de Alcázar, con el alcalde D. Miguel Enríquez, el ex-diputado á Cortes Sr. Baíllo, el diputado provincial de distrito D. Delfín Díaz Hellín y don Lorenzo Bravo.

Y hubo más. En el tren mixto de Andalucía llegó el Conde de Romanones. Y por fin, a las 2:35 de la tarde llegó el primer tren especial con 32 coches de primera, y a las tres y media el segundo tren en el que viajaba la infanta Isabel que, como es natural, no iba sola… aunque no nos extenderemos en detallar su copioso acompañamiento. Como podrá imaginar el lector, la infanta fue a Argamasilla a ver el eclipse…. en fin, toda una fiesta, en la que no podía faltar nuestro diputado criptanense, Delfín Díaz Hellín. Terminó el eclipse, y la infanta volvió a Madrid. ¡Qué caprichos reales tan aparatosos! La infanta Isabel no es otra que Isabel de Borbón y Borbón (1851-1931), o, como era conocida, «La Chata».

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO