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Ya hemos hablado en muchas ocasiones del interés de este tipo de anuncios publicitarios para conocer aspectos de la economía y la sociedad criptanense en épocas pasadas. Y de nuevo hoy traemos un ejemplo de publicidad de fábricas de harinas, sector en el que Campo de Criptana parecía ser una potencia. Aquellos viejos molinos criptanenses que durante siglos habían molido y habían provisto a tantas generaciones de harina, habían dejado de girar sus aspas, ya no obedecían al viento, ni se dejaban acariciar por él. En su lugar, de acuerdo con el progreso de los tiempos, proliferaron las fábricas de harina, y fueron estas fábricas un motor económico vital en Criptana. Muchas hubo antaño, pero de todo aquello queda ya poco. Sin embargo, aquellos viejos molinos perviven impertérritos al paso del tiempo; pero de aquellas viejas fábricas de tanto interés para la estética arquitectónica industrial española, casi nada queda. Ya hemos hablado en artículos anteriores sobre fábricas de harina criptanenses, como «La Angelita» (véanse: Harinas «La Angelita», Campo de Criptana, 1908; y Publicidad criptanense, I: Harinas «La Angelita» y productos alimenticios «Pacrip», Campo de Criptana, 1944-1946) y «Honesta Manzaneque» (véase: Una industria próspera de Criptana: La fábrica de Honesta Manzaneque, 1928). Hoy hablaremos de «La Ceres Manchega», nombre de evocaciones clásicas que tanto tienen que ver con el trigo y la naturaleza. Se anunció esta empresa en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército, año LV, núm. 235, del miércoles 18 de octubre de 1944; junto a la fábricas de harinas, se insertaba también publicidad de un «taller de pulido y estriado de cilindros», que, parece ser, pertenecía al mismo propietario:

FÁBRICA DE HARINAS

«La Ceres manchega»

CAMPO DE CRIPTANA (Ciudad Real)

Taller de pulido y estriado de cilindros en

CAMPO DE CRIPTANA

JOSÉ CASADO

Un anuncio muy similar, aunque con diferente disposición, se publicó en el diario Lanza dos años después, en los números correspondientes al 3 de septiembre de 1945 y al 31 de agosto de 1946, y se incluye, además, referencia a una bodega:

TALLER DE PULIDO Y ESTRIADO DE CILINDROS DE

TODAS CLASES

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FÁBRICA DE HARINAS «LA CERES MANCHEGA»

Bodegas de

JOSÉ CASADO TARDÍO

CAMPO DE CRIPTANA

En este anuncio se cita el segundo apellido el nombre del propietario, y con ello ya tenemos el nombre completo:»José Casado Tardío». Como ya he dicho antes, nunca mejor traído el nombre de «Ceres» que en esta ocasión aplicado a una fábrica de harinas, puesto que, en la mitología romana, éste era el nombre de la diosa de la agricultura y de las cosechas; en la mitología griega el nombre de esta diosa era Deméter. Precisamente del nombre romano de la diosa «Ceres» procede nuestro sustantivo «cereal». Cuenta el relato mitológico que Ceres mostró a los hombres cómo cultivar la tierra, hacer la recolección y hacer pan. Y por ello, como nos dice el DRAE en «Ceres» (2ª acepción), el cereal es lo «perteneciente o relativo a la diosa Ceres».

José Casado Tardío aparece citado en un anuncio que publica el Gobierno Civil de la Provincia en el diario Lanza, del 29 de diciembre de 1949. Contiene este anuncio el listado, en su octava relación, de los donativos recibidos en el Gobierno Civil para la suscripción «Pro Navidad del necesitado». Se llevaban ya recaudadas en ese momento 145.018 pesetas con 58 céntimos. Casado Tardío (escrito «Tarido» en el Lanza) había donado 500 pesetas. También haber sido aficionado al fútbol. En 1951, el diario Lanza, en su número correspondiente al 24 de enero, publica un listado de aficionados al fútbol en Campo de Criptana que habían hecho un donativo al Deportivo Manchego. Casado Tardío donó 75 pesetas, y, ya en ese momento, el total recaudado ascendía a 2.000 pesetas.

JOSÉ MANUEL CAÑAS REÍLLO